México, D.F. / Nov. 16
La tragedia del vuelo que costó la vida al secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, se escribió con los errores de la tripulación, pero también con omisiones de despachadores y controladores aéreos.
Desde que despegó de San Luis Potosí, el despachador que hizo el plan de vuelo introdujo unos datos erróneos a la computadora y la “tira de vuelo” —que proporciona a los controladores la información básica del recorrido— identificó al avión de la Secretaría de Gobernación como un Learjet 25, cuando se trataba de un Learjet 45.
Aunque la aeronave accidentada llegó a estar a cuatro millas náuticas del Boeing que le precedía, una distancia peligrosa porque puede caer en la “turbulencia de estela” que deja el avión pesado, el controlador no advirtió a la tripulación del peligro que representaba la cercanía entre ambas ni le urgió a reducir la velocidad.
En las comunicaciones entre el Learjet y la Torre de Control difundidas por la SCT se oye al controlador advertir al piloto del vuelo 7225, que iba detrás del Learjet, que reduzca su velocidad por el tráfico de naves que descienden hacia el aeropuerto de la ciudad de México, aviso que nunca se hizo al avión accidentado.
Discussion about this post