México, D.F.-
Daniel Karam Toumeh, ex director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, recuerda lo que vivió hace exactamente seis años cuando todos los ojos del mundo voltearon a ver a México, debido al surgimiento de un nuevo virus de influenza, el AH1N1 que hasta ese momento era desconocido.
Se temía lo peor, afirma el ex funcionario, porque este virus lo habían estado anticipando muchos científicos, por la mutación de los virus tradicionales que conocemos de la influenza y que pudiera desembocar en uno con capacidades de propagación muy amplias y sobre todo con alto impactos de mortalidad.
Daniel Karam, junto a quienes formaran parte de su equipo más cercano en el Seguro Social: Santiago Echevarría, Juan Lozano, José Luis Romo, Roberto Albiztegui y Mauricio Ortiz, escribieron el libro “La Influenza mexicana y la pandemia que viene”, publicado por Siglo XXI editores.
En entrevista, el ahora director de la empresa Hill+Knowlton, para manejo de crisis y comunicación estratégica de empresas y organizaciones, afirma que este libro tiene el objetivo de explicar desde la administración pública el porqué de sus decisiones en momentos históricos.
“Creemos que siempre la distancia ayuda a tener una perspectiva más objetiva, más serena y más clara de los hechos”.
De ahí, asegura, la importancia de documentar cómo vivimos este momento histórico que tuvo un impacto muy importante no sólo para la Institución, sino para todo el país. Y cómo fuimos tomando una serie de medidas que nos permitieron transitar en ese momento histórico tan complicado para el país y para el mundo.
Desde su experiencia, la mejor manera de enfrentar una crisis como la que se vivió en 2009 es ser transparente con el manejo de la información, y entre las conclusiones destaca el que hay que tener los manuales, pero también hay que hacer simulacros para poder tener una respuesta efectiva y oportuna en el momento que sea necesario ante una emergencia como la registrada por la influenza AH1N1.
“Las grandes instituciones deben de tomar y dedicar un tiempo a hacer un simulacro para estar seguros que todos los miembros de la organización de las instituciones sepan exactamente que tienen que hacer y cuál debe ser su respuesta en momentos de crisis”, resalta.
Considera vital que a quiénes les tienes que dar la mayor protección, certidumbre y mayor información es al personal de salud, porque finalmente son ellos los que te van a permitir salvar vidas. Y por eso son a ellos los primeros que se les vacuna y se les da el equipo.
El también ex responsable del Seguro Popular señala que esta epidemia surgida en 2009 ha dejado muchas lecciones.
¿Cuáles serían?, se le preguntó.
Una de las conclusiones a las que llegamos es que es preferible el costo de generar una alerta mayor al escenario contrario que sería el de no avisar con oportunidad para no generar incertidumbre y alerta entre la población. Y que acabe siendo un virus con tales capacidades de mortalidad, que influya en que mucha gente que se pudo haber salvado por tener la información oportuna, porque el gobierno no le informó con oportunidad y trasparencia sobre el riesgo y las acciones que deberían de tomar.
Karam, economista por el ITAM, con posgrado en administración pública en la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, explicó que en el sector salud se habla de la necesidad de estar preparados para una crisis epidemiológica. Sin embargo, considera, “no es suficiente que estos manuales sólo los conozcan los altos directivos de la institución, es fundamental para el tema de atención de crisis.
Algunos sectores de la sociedad criticaron las medidas que se tomaron en ese momento como la suspensión de actividades en el país. ¿Cuál es su opinión?
A la distancia, a seis años, hoy tenemos la buena noticia de que este virus no fue tan agresivo como se hubiera esperado. Sin embargo, gracias a las medidas de contención que se tomaron en su momento, se evitaron más casos y fallecimientos, además de que generó un conocimiento en la gente a no automedicarse e ir al médico.
Esta información oportuna y transparente permitió que las personas acudieran al médico, y hay que recordar que el IMSS abrió sus puertas a no derechohabientes, cosa que no pasaba desde los sismos de 1985.
Para Daniel Karam, ante la duda, es preferible el privilegiar el cuidado de la salud y de las vidas como lo hizo en su momento el entonces presidente Felipe Calderón con la información que le estábamos generando desde el IMSS, en donde también destacó el papel tan importante que tuvo José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, durante esta contingencia.
El ex director general del Seguro Social señala que hubo un debate muy intenso dentro del gabinete del presidente Calderón sobre la pertinencia o no de parar la actividad laboral, y recuerda lo que el mandatario presidencial les dijo en su momento: “no nos equivoquemos, en el gobierno nuestra principal responsabilidad es cuidar las vidas humanas, la salud de la población, ya el tema económico haremos lo que sea necesario para reactivarlo. Pero lo importante es perseverar la integridad y la salud de la población”.
El libro relata paso a paso lo que iba ocurriendo con el tema de la influenza en las primeras 48 horas en que se da a conocer a la población de que se tiene un nuevo virus. Hay anécdotas en las que revela que él mismo tuvo que esconderse atrás de una maceta en la residencia oficial de Los Pinos, porque no tenía información confiable y precisa de los casos que se registraban en el IMSS y que solicitaba el entonces presidente Felipe Calderón.
Narra lo que vivió en su momento el secretario de Salud de Oaxaca, Martín Vásquez, en donde se presentó el “caso cero” de este virus, cuando después de haber hecho un recorrido al hospital en donde falleció Adela María, de influenza H1N1, se encontró con el entonces presidente Felipe Calderón a quien le extendió la mano, pero el mandatario no se la dio.
Para ese momento, ya empezaban las versiones de que se evitara saludar de beso y de mano para evitar contagios. “Quizá esa fue la crisis más importante, la crisis de la información, esas primeras 48 horas”.
¿Estamos preparados para un nuevo virus?, se le inquiere.
Nosotros creemos que estamos mejor preparados y el sector salud ha demostrado que aprende y que tiene una capacidad impresionante de respuesta. Pero el llamado que se hace es que esto tiene que hacer un esfuerzo permanente no sólo por parte de gobierno, sino para las empresas, familias e individuos.
“No hay que olvidar lecciones y tipos de comportamiento y hábitos que en su momento fueron un resultado muy positivo de la crisis que tuvimos. Gracias a esto se tuvo más conocimiento de cómo taparnos la boca al momento de estornudar o el uso permanente de los geles para desinfectar. Otro de los aspectos estratégicos es contar con un stock de antivirales, y no esperar al momento de la crisis para solicitarlo a los laboratorios como ocurrió en ese momento”.
El libro, informó Karam, será presentado por José Antonio González Anaya, titular del IMSS, junto con José Narro Robles, rector de la UNAM y como comentarista Carlos Elizondo Meyer, en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
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