México, D.F.-
Dos consignas resuenan en el Paseo de la Reforma. En medio de la música, las banderas arcoíris y los atuendos más creativos y provocadores, las voces que forman parte de la comunidad de la diversidad sexual exigen la desaparición de la Comisión de la Familia y Desarrollo Social del Senado y el reconocimiento de la identidad de género en todo el país.
“Esa comisión nos discrimina e invisibiliza, estamos aquí para demostrar que existimos y tenemos hijos y tenemos derechos”, comenta Yania Córdova mientras carga a sus pequeñas hijas y ayuda a su esposa Olivia a pegar unas mantas en las rejas del Senado que dicen: “No somos moda, somos familia”.
Y es que hace unos días, el senador del PAN, José María Martínez, presidente de la comisión, dijo que este espacio servirá para acabar con “modas o tendencias” al referirse a la legalización de los matrimonios igualitarios y la de la despenalización del aborto.
La 36 marcha del orgullo lésbico, gay, transgénero, transexual, travesti e intersexual (LGBTTTI) salió este mediodía del Ángel de la Independencia.
Los asistentes –que llegaron a ser 65 mil en todo Reforma y el Zócalo, según cifras preliminares de la Policía capitalina- cedieron la vanguardia a la comunidad trans para celebrar que en el Distrito Federal podrán obtener un acta de nacimiento que les reconozca su identidad genérica a nivel jurídico, mediante un proyecto de reformas entregado el viernes a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
“Es el primer paso que se ha dado”, aclara Massiel, mujer transgénero, pues los cambios aún no se concretan y señala que derechos como el acceso a servicios de salud, trabajo y a la no discriminación, también son vulnerados.
“Hacemos un llamado al presidente Enrique Peña Nieto para que sensibilice a las bancadas priistas en el Congreso de la Unión y legislen a favor de la población transgénero y transexual para frenar las muertes por discriminación”, añade Diana Sánchez Barrios, integrante del PRD y de la organización civil ProDiana.
La marcha también pide frenar los crímenes de odio por homofobia, mientras que los organizadores reclaman la supuesta imposición de la ciudadana Patria Jiménez en el comité organizador.
La batucada, las personas disfrazadas de superhéroes, caricaturas, las muxes de Oaxaca, mujeres trans en baby doll, incluso anarquistas del llamado bloque rosa despiertan la curiosidad de los capitalinos que en automático sacan el celular para tomar fotos o retratarse con los manifestantes, sobre todo en la calle Madero, paso previo al Zócalo capitalino.
Al llegar a la meta, los contingentes corean el clásico “¡sí se pudo!”, el “¡no que no, sí que sí, ya volvimos a salir!”. Al aparecer en el escenario una imitadora de Alaska, todos siguen la letra de su canción más conocida y levantan la voz en el “¡yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré!”.
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