Cd. de México.-
Tras la renuncia de Raúl Cervantes a la titularidad de la Procuraduría General de la República (PGR), el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que nunca buscó un fiscal general afín a él, sino alguien de probada capacidad y preparación para desempeñar ese cargo.
Al reunirse con periodistas, intelectuales, académicos y directivos de medios de comunicación, afirmó que algunos personajes quisieron hacer una lectura de “pase automático” de procurador a fiscal general que nunca pretendió.
Puntualizó que “se requiere un proceso abierto” y el nombramiento de fiscal General de la Nación podría concretarse si los partidos, sobre todo en el Senado, logran aislar el momento de efervescencia política que hoy se vive en torno al tema.
Dijo que no se puede ser rehén de la presión de tener un fiscal a la luz de un proceso y un clima político que no asegure y garantice que quien cumple esta responsabilidad sea una persona con perfil idóneo.
“Si eventualmente se puede trabajar con las distintas fuerzas políticas para contar con un procurador, repito, totalmente despartidizado, despolitizado y que tenga perfil idóneo, creo que se podría procesar”.
El Presidente aclaró que no propone que este tema se vaya hasta 2018, después de la elección, sino que veía condiciones políticas difíciles para un acuerdo.