México, D.F. / Abril 17.-
Los gobiernos de México y Estados Unidos iniciarán una nueva era en las relaciones entre ambos países para enfrentar de manera corresponsable retos como el crimen organizado, la migración, el combate al cambio climático y en el mejoramiento del libre comercio, anunciaron los presidentes Barack Obama y Felipe Calderón.
En la primera visita del presidente norteamericano a México con la cual ambos mandatarios ratificaron su voluntad de renovar los vínculos de ambas naciones, se comprometieron a “ponerle fin a esta guerra de la droga”, como dijo Obama; a encontrar salidas legales y viables al tráfico de armas y contra el narco, porque este delito no se elimina “por decreto”, señaló Calderón mientras que su par sostuvo que eliminar totalmente el narco, no sería realista.
Ambos acordaron agilizar los tiempos para disponer de los recursos de la Iniciativa Mérida y reforzar el intercambio de información e inteligencia contra el lavado de dinero.
En el tema de migración Obama ratificó su deseo de alcanzar un acuerdo que ordene el flujo migratorio, aunque aclaró que “no se trata sólo de mexicanos y de México, hay una enorme cantidad de migrantes” de otras naciones. “Mi objetivo es eliminar la política en este tema y adoptar un enfoque de sentido común y práctico que beneficie a los pueblos de ambos lados de la frontera”, aunque adelantó que de regularizarse la situación de los indocumentados, estos tendrían que pagar una multa por violar la ley de Estados Unidos.
Aunque reconocieron que la etapa económica por la que pasa el mundo es difícil, Obama y Calderón coincidieron en la importancia de impulsar el libre mercado y el mandatario mexicano le propuso tres medidas para agilizar el comercio en la frontera.
Obama expresó su deseo de que se revisen medidas adoptadas en su país a fin de no generar represalias, como en el caso del transporte contra México, que les generen imposición de aranceles o alguna otra medida como represalia, mientras que Calderón consideró no necesario abrir capítulos que se ha demostrado funcionan y que se podrían estropear.
DETENER TRÁFICO DE ARMAS
Este primer encuentro en suelo mexicano le permitió a los mandatarios de México y Estados Unidos charlar en privado por espacio de casi dos horas en donde predominaron los temas de seguridad y migración. Obama reiteró en sus tres mensajes de este jueves el reconocimiento a la lucha emprendida por el mandatario mexicano y reconoció la responsabilidad de su país en esta tarea al ser el proveedor del 90% de las armas decomisadas aquí así como el país que más demanda de drogas tiene en el mundo.
“Y como dije antes, y es algo que el Presidente Calderón y yo reconocemos firmemente, no se puede combatir esta guerra con una sola mano, no se puede simplemente tener un esfuerzo de lado de México y no de lado de los Estados Unidos, y lo mismo vale a la inversa”, sostuvo Obama quien subrayó la necesidad de estar coordinados en este esfuerzo.
En sus mensajes en la ceremonia de bienvenida ambos abordaron el tema de la seguridad y señalaron que el combate debe estar fincado en la cooperación, responsabilidad mutua y en la confianza. Más tarde en conferencia de prensa, el tema de regresar, como en 2004, a la prohibición de la venta libre de armas de asalto en Estados Unidos fue abordado con sumo cuidado por los dos.
Obama dijo: “Nadie tiene ilusiones de que tratar de reinstaurar esta eliminación será algo fácil. Será cuestión de ver cómo podemos mejorar nuestra policía y nuestra vigilancia (…) No quiere decir que vamos a trabajar hacia una eliminación de las armas de facto, pero rápidamente podemos lograr progresos importantes en este campo”.
Calderón se dijo respetuoso de las decisiones del Congreso norteamericano, pero dijo que en la medida en que se conozca la problemática que se genera, se encontrarán soluciones e incluso, propuso tres:
Que se aplique la legislación vigente en Estados Unidos para que no se exporten armas prohibidas a países como México; rastrear las armas decomisadas en México para conocer los puntos de donde provinieron y tener un registro de armas, además de, prohibir la venta masiva de armas de alto poder.
“Sabemos que es un tema políticamente muy sensible (…) sí tenemos que trabajar en ello, es nuestra opinión, pero respetamos totalmente al Congreso americano. Nosotros seguiremos respetuosamente planteando nuestra postura”, dijo Calderón.
Fue entonces cuando el mandatario mexicano expresó su preocupación porque la venta libre de esas armas de alto poder no se les revierta a los norteamericanos:
“Esas armas hoy apuntan contra autoridades y ciudadanos mexicanos, pero el crimen no está actuando solo en México, actúa también en Estados Unidos y ojalá esas armas que hoy son vendidas en Estados Unidos y usadas en México, ojalá no llegue el día en que también se usen contra la sociedad o contra autoridades americanas como un día empezaron a usarse en nuestro país”.
MIGRACIÓN SIN POLÍTICA, PERO CON SENTIDO COMÚN
Calderón y Obama destacaron en la agenda el tema migratorio, sin embargo, el mandatario norteamericano defendió las posturas divididas en su país al ser posiciones a las que calificó de legítimas: “Estados Unidos tiene una preocupación legítima si tenemos cientos de miles de personas de otros países que ingresan a nuestro país sin que nadie sepa quienes son y que al llegar sean explotados por otras personas y como no están protegidos por la legislación, socavan los ingresos de obreros estadounidenses”.
Aseguró que se ha comenzado el trabajo por construir una frontera segura y ordenada, pero aclaró que no sólo se trata del caso de mexicanos migrantes, pues llegan “una cantidad enorme” de otros países, aunque reconoció la aportación de la mano de obra mexicana a la economía de su país.
“Mi objetivo aquí es eliminar la política en este tema y adoptar un enfoque de sentido común y práctico que beneficie a los pueblos de ambos lados de la frontera y crear una frontera segura que donde no tengamos personas que se mueren en el desierto”. Eso, agregó Calderón, es algo “que no me hace feliz en lo absoluto”.
Aunque Calderón dijo que la única salida verdadera es crear oportunidades de empleo en México, ahora se requiere “establecer instrumentos que permitan que la gente pueda salir de la sombra y así encaminarse a nuestra región hacia la ley, el orden y hacia una migración legal y ordenada”.
Aunque a Obama se le recordó que en 2006, como senador, votó a favor del reforzamiento del muro fronterizo, se defendió e indicó que en dos ocasiones votó por una reforma migratoria integral:
“Estamos trabajado con el gobierno de México por crear una frontera ordenada y esto es algo muy importante y hay toda una gama de estrategias que conseguir en ese sentido. Nos centramos mucho en los mexicanos que han ingresado, pero hay una enorme cantidad de inmigrantes”.
El mandatario mexicano aseguró que, después de las charlas, ambos presidentes coincidieron en la necesidad de contribuir “a generar un debate propositivo en materia de migración con miras a una eventual reforma en Estados Unidos, pero con pleno respeto a las decisiones autónomas y soberanas de ambos congresos”.
NO AL PROTECCIONISMO
En materia económica, México y Estados Unidos pueden mejorar y crear mayores oportunidades, aseguraron ambos mandatarios quienes se pronunciaron en contra de las medidas proteccionistas.
“Hoy, por cierto, en una situación muy delicada por la crisis económica que estamos viviendo, la caída en el sector industrial norteamericano está absolutamente correlacionada con la caída en el sector industrial mexicano, sino también hay muchos trabajadores en Estados Unidos que dependen de las compras que hacemos los mexicanos de productos norteamericanos”, dijo Calderón.
Indicó que más allá de las decisiones autónomas que pueda tomar cualquier país “debemos ir más allá y más lejos para mejorar el comercio entre nuestros países y no para restringir. Podemos tener coincidencias y diferencias. Yo comparto la idea de que podemos avanzar mucho en los temas laborales o ambientales, pero me preocupa que reabrir las cosas que han funcionado y demostradamente han funcionado a bien, pueda, simplemente, llevar a estropear y a empeorar la situación que tenemos”.
Le propuso a Obama tres medidas para agilizar el comercio en la frontera: Mejorar la infraestructura con 200 proyectos de diversa índole y envergadura; la cooperación aduanera para agilizarla con formatos únicos y avanzar hacia la homologación de estándares en normas y medidas.
Obama, a su vez, se pronunció por rechazar medidas proteccionistas y por alentar el comercio.
“Lo último que queremos hacer, en un momento en que la economía global se está restringiendo y se está reduciendo el comercio, es recurrir a las medidas proteccionistas, eso es lo último”.
Sobre el tema del transporte informó que su equipo trabaja con el gobierno de México para resolver este tema, “espero que podamos hacerlo de manera efectiva, no ayuda a una serie de productores estadounidenses que están interesados en venderle a México y temen que puedan estar sujetos a alguna represalia, o algún arancel”.
Calderón y yo, añadió Obama, estamos completamente de acuerdo, creemos que podemos crear mejores oportunidades comerciales y fortalecer nuestras relaciones comerciales entre México y los Estados Unidos.
Aunque consideró que se puede mejorar el TLCAN en materias como la laboral o ambiental, Calderón expresó su preocupación de modificar cosas que han demostrado que funcionan y que, por revisarlas, se puedan estropear.
Poco antes de concluir su agenda de trabajo, Caldéron y Obama ratificaron su interés por continuar con acciones que combatan el cambio climático y aseguraron que ambos gobiernos tienen en lista abordar el tema energético y el Plan Verde presentado por el mandatario mexicano en diversos foros internacionales, así como trabajar en la disminución de las emisiones de bióxido de carbono.
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