México, D.F.-
La visita del Papa Benedicto XVI a México se da en circunstancias especiales que tienen que ver entre otras cosas, con la crisis de fe que se vive al interior de la Iglesia, los escándalos por pederastia, el proceso de secularización, consideró el obispo emérito auxiliar de México, Abelardo Alvarado Alcántara.
Para el prelado, “resulta inútil ante quienes tienen ya de antemano el prejuicio de que la Iglesia manipula la opinión pública, querer explicar que las razones y las intenciones del viaje del Papa son otras”.
“Reflexión escrita con motivo de la visita apostólica, que hay diversas, es decir, de que estará en el estado de Guanajuato del 23 al 26 de abril próximos para dar un mensaje de esperanza, fraternidad, reconciliación y de paz a un pueblo que vive lleno de temor, de incertidumbre, de pobreza, injusticia, corrupción y desigualdad social”, indicó.
Abelardo Alvarado sostuvo que una circunstancias que marca la modalidad de este viaje del sucesor de Pedro, es entre otras cosas, el antecedente de las cinco visitas realizadas por el carismático Papa Juan Pablo II y las limitaciones que por razón de edad y estado de salud de Benedicto XVI reducen el tiempo de su estadía, las ciudades visitadas y el número de eventos que tendrán lugar.
Resaltó el hecho de que se hable de una crisis de fe al interior de la Iglesia, enmarcada en los escándalos por las denuncias de los casos de pederastia que dieron lugar a innumerables ataques y campañas en contra de la Iglesia católica.
Con ello, continuó, se considera la pérdida de credibilidad y el abandono creciente de la fe por parte de muchos feligreses, que se declaran católicos pero no aceptan las enseñanzas morales de la Iglesia.
“Todo ello nos está indicando, como lo ha señalado el Santo Padre, que la verdadera causa es un debilitamiento de la fe. Esta situación se agrava por el proceso de secularización que se está dando a nivel mundial.
“Especialmente en los países de raigambre católica, lo cual ha llevado al mismo Benedicto XVI a poner el énfasis y dar prioridad a la renovación de la fe, creando dentro de la curia vaticana un organismo: la Congregación para la Nueva Evangelización, así como la declaración del Año de la Fe (octubre 2012 a 2013) y la convocatoria al próximo sínodo de los obispos dedicado a la Nueva Evangelización (octubre 2012)”. Estos y otros aspectos, insistió el obispo, deben ser analizados.
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