Periodismo, labor muy riesgosa

México, D.F.-
En México el ejercicio del periodismo libre “corre riesgos muy graves” ante los ataques sistemáticos hacia los comunicadores en diversas regiones del país, en un escenario en el que la impunidad impera, donde cualquiera puede amenazar, agredir o incluso asesinar a un periodista sin enfrentar consecuencias, advirtió José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
Un informe de Reporteros Sin Fronteras señala que en México del año 2000 a la fecha suman 83 los homicidios de periodistas y 14 continúan desaparecidos.
En entrevista, Vivanco destacó que ante los crímenes recientes, “es necesario que el gobierno implemente de inmediato las medidas de protección para los defensores y periodistas, a partir de la ley que aprobó el Senado de la República, y diseñe mecanismos eficaces para garantizar la seguridad de estas personas”.
La urgencia de estas acciones, son evidentes, ante el asesinato en menos de una semana de cuatro comunicadores en Veracruz, dijo. Por ello, Vivanco urgió a los Congresos estatales a aprobar la ley, “que se adopten las medidas sin demora, ante la gravedad de la situación que viven los periodistas en distintas regiones de México”, pues hasta el momento sólo 11 estados han aprobado la norma.
El experto indicó que el aumento de los crímenes contra periodistas “también subraya el impacto que tiene la impunidad que existe ante las amenazas, hostigamientos y asesinatos en todos estos años”.
Vivanco fustigó que “la falta de investigación y castigos eficaces contra aquellos que impunemente asesinan a periodistas o los amenazan, envía un mensaje lamentable a los delincuentes: de que pueden atentar contra ellos, sin enfrentar consecuencias”.
Añadió que “no tengo duda de que así como en el hemisferio, el ejercicio del periodismo libre, independiente, de investigación, corre riesgos muy graves en México”.
El Índice de Impunidad del Comité para la Protección a los Periodistas (CPJ), señala que en México “la red de narcotráfico, crimen y corrupción oficial ha impulsado una ola de violencia en extensas regiones del país y ha producido un efecto devastador en la prensa”, en el último sexenio.