México, D.F. / Octubre 24.-
Las estructuras del PRD en la ciudad de México, aglutinadas en la figura de Andrés Manuel López Obrador, exigieron la salida del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, de las filas del partido al denunciar que tiene metidas las manos en el proceso para elegir al nuevo Consejo Político Estatal.
Este domingo, militantes cercanos al mandatario local (planilla 22) impidieron la celebración de los comicios internos de este partido.
Víctor Hugo Lobo Roman, quien encabeza la formula que impidió la repartición de las boletas electorales, justificó que esta decisión se tomó porque no había condiciones de equidad e imparcialidad.
Sin embargo, el GDF rechazó su participación en el proceso interno, luego de haber sido acusado por integrantes de la planilla 10 “de tener las manos dentro de la elección de consejeros políticos estatales”.
La Secretaría de Gobierno señaló que es respetuosa de las normas de esta organización partidista y de quien la dirige, según comunicado.
Aseguró que los conflictos y divergencias que surjan en este tipo de procesos, son responsabilidad exclusiva de sus militantes y dirigentes. “Particularmente en este proceso electoral interno, hay compañeros cercanos o incluso colaboradores del gobierno en diversas planillas, particularmente la 10 y la 22”, informó.
Por la mañana, los detractores de Ebrard se manifestaron frente a la Expo Canaco, donde pidieron su expulsión del partido, la de Lobo Román y del secretario del PRD-DF, Jesús Valencia.
La elección del PRD registró percances en distintas entidades del país. En Durango, la sede del partido fue escenario de hechos violentos; el saldo varios militantes heridos que intentaron introducirse la noche del sábado para cerciorarse que las boletas que se transportarían de un lugar a otro fueran resguardadas por delegados de las dos planillas.
En Campeche, las oficinas del PRD permanecieron tomadas desde las primeras horas del sábado, entre denuncias de que el proceso está “viciado”.
En Nuevo León, se denunció un padrón rasurado, comidas electorales, favoritismo y otras anomalías.
En Guerrero, militantes advirtieron que impugnarán el proceso interno. En Cancún hubo aumento “fast track” de militantes.
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