México, D.F.-
El secretario de Planeación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Vladimir Aguilar, calificó como un buen inicio el anuncio del presidente Enrique Peña Nieto de enviar al Congreso una iniciativa para realizar “una gran reforma” al campo mexicano en 2014.
Indicó que si bien es positiva, no es suficiente la propuesta que incluye entregar apoyos diferenciados a partir de criterios de productividad, garantizar que cada vez más productos de origen nacional lleguen a las mesas del país y lograr una balanza comercial superavitaria en ese sector hacia el final de su administración.
Consideró que una vez iniciado el debate para la conformación del próximo Presupuesto de Egresos, debe ser prioridad de los legisladores del PRD garantizar que éste tenga un rostro social y humano para beneficiar desde todos los flancos posibles a los que menos tienen, entre ellos a los campesinos.
En un comunicado, Aguilar García lamentó que el Pacto por México haya dejado fuera de las grandes reformas que se discuten la problemática del sector campesino.
Expresó su respaldo a las demandas de las organizaciones campesinas progresistas que protestan en la ciudad de México, en las sedes de diferentes dependencias federales, a fin de conseguir apoyos para ajustar los precios de los productos del campo.
El también consejero nacional perredista mencionó que de igual forma el sol azteca se solidariza con las denuncias que han hecho dichos grupos respecto de las grandes empresas que controlan el mercado agroalimentario en México.
Refirió que diferentes intermediarios se enriquecen pagando bajos precios por sus cosechas a los pequeños productores, que son los principales perjudicados.
Señaló que para revertir dicha situación se requieren políticas públicas encaminadas a alcanzar la sustentabilidad del campo mexicano, la autosuficiencia alimentaria y evitar en lo posible las políticas asistencialistas que sólo mitigan el hambre momentáneamente, pero no atacan el problema de raíz.
El perredista expuso que difícilmente se puede hablar de una revolución agropecuaria y de garantizar la seguridad alimentaria, si no se cuida que entre los beneficiarios siga habiendo terratenientes y acaparadores y no se inhiben las extorsiones, secuestros y asesinatos que se cometen contra quienes se dedican al campo.
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