México. D.F. / Mayo 14.-
Los 200 millones que Carlos Ahumada dice pagó de la deuda del Partido de la Revolución Democrática (PRD) hace cinco años nunca aparecieron en la contabilidad de ese instituto político, afirmó Ricardo García Sáinz, quien fuera titular del Órgano Central de Fiscalización perredista en esa época.
Confirmó que la noche del 6 de julio de 2003, el día de la elección, hicieron cuentas con José Ramón Zebadúa, a quien Rosario Robles como líder del PRD confió el manejo de recursos, y ahí surgió la cifra de los 600 millones que reportaron a Carlos Navarrete, secretario general del Partido, y a la propia presidenta.
Meses después, ya con la base documental disponible se confirmó una deuda global real de 409 millones de pesos, pues 202 millones no estaban en ningún registro.
En la página 157 del libro Derecho de réplica de Ahumada, el empresario señala que la deuda que dejó Rosario Robles en 2003 a su salida de la presidencia del PRD se valoró en 600 millones de pesos y que en su momento “se señaló que en menos de una semana se redujo a 400 millones de pesos, de acuerdo al informe de los encargados de la fiscalización interna”, entre ellos García Sáinz.
“Todos supieron que yo cubrí esa deuda. Fue parte del dinero que nunca recuperé”, sostiene Ahumada en su libro.
“Rosario señaló que se sobreestimaron los pasivos”, recuerda hoy García Sáinz.
“Como Órgano Central de Fiscalización insistimos en poder consignar los ingresos registrados durante las distintas administraciones, ya sea a partir del dictamen de los auditores o a partir de los registros contables proporcionados por la Secretaría de Finanzas, esto con el propósito de asegurar que no hubo aportaciones extraordinarias.
“Las o que si las hubo no fueron registradas en la contabilidad”, puntualizó García Sáinz.
Sin embargo, en entrevista con EL UNIVERSAL, García Sáinz admitió en que ocasiones los partidos políticos manejan recursos “por fuera” de la contabilidad que no tienen soporte documental y por eso no aparecen.
“La diferencia se debe haber dado en términos de que eran recursos que estaban fuera de los ingresos y de los egresos presupuestales del Partido”, dijo García Sáinz.
-¿Cómo es posible que hubiera gastos por fuera del presupuesto, eso no puede pasar ni en un hogar?
– Yo diría que sí. El presupuesto es un documento integrado por aportaciones por los gobiernos, según la ley electoral, y el de las aportaciones de militantes, así como aportaciones voluntarias. Con este paquete se asignan gastos. Se puede dar, como en tantas otras actividades, que por fuera de la actividad normal haya habido contribuciones extraordinarias que no pasaron por el Partido, dijo.
– ¿Quiénes?
– Personas que dieron recursos por fuera- precisa García Sáinz.
-¡Pero son 200 millones, don Ricardo!
– Sí, sí, puede ser lo que se ha dicho de otras campañas que se hablaba de cifras mucho mayores que 200 millones, eso ustedes lo saben, admitió.
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