México, D.F. / Noviembre 21.-
“He visto a hombres que antes eran mis clientes salir de los hoteles con los travestis. Ahora ya los prefieren a ellos”, contó “Mónica”, sexoservidora de la zona de Buenavista, cuyo nombre ha sido cambiado para proteger su identidad.
Con casi 10 años de conocer y trabajar en las calles de la delegación Cuauhtémoc, calculó que últimamente, de cada 10 clientes que se acercan a la zona, al menos ocho los prefieren a ellos. “Cuando llegan, nos preguntan: ¿eres hombre o mujer? y luego se van con ellos”, comentó.
“Mónica” y otras mujeres que ofrecen este servicio y que al mismo tiempo son viudas o madres solteras, dijeron estar preocupadas porque esa competencia está mermando sus ingresos para llevar el sustento a sus casas y pagar los estudios de sus hijos.
Esta situación se ha agravado, dijo en entrevista, desde hace unos seis meses, cuando las personas que ejercen este servicio empezaron a llegar más temprano la zona de Buenavista, aún con la luz del día.
Explicó que esa “competencia” las ha obligado a llegar horas antes de lo habitual o a irse más tarde, para conseguir más clientes y poder ganar lo necesario para el sustento de sus familias. “A veces estamos seis o siete horas paradas y tenemos sólo un cliente. En cambio, ellos van y vienen”.
Consideró que el beneficio económico que obtienen los trasvestis se hace manifiesto por las operaciones anatómicas de glúteos y busto que se mejoran constantemente. “Ahora hasta se ven más buenotas que una”.
La inquietud de “Mónica” y de algunas sexoservidoras de esa zona de la delegación Cuauhtémoc creció luego del anuncio del jefe delegacional, Agustín Torres, de crear un “circuito sexual” en la calle Luis Donaldo Colosio.
Ahí se concentrarían las 150 personas que, según las cifras de la delegación, ejercen ese oficio en la zona. La iniciativa incluiría un horario y ciertas reglas para la vestimenta.
Existe también la recomendación 15/2009 de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) que sugiere a la delegación tomar en cuenta a los vecinos de las colonias afectadas y la creación de un programa que ofrezca atención social integral a quienes ejercen el sexoservicio.
“Mónica” aseguró que al grupo de mujeres que viven esta situación les gustaría permanecer en el sitio. Destacó que esa zona no es vecinal. También dijo que “no tenemos nada en contra de los trasvestis, sólo queremos que se respeten los espacios y que todas y todos podamos trabajar”.
A la petición se suman las quejas de los vecinos que reprueban las actitudes de los trasvestis, a quienes acusan de sostener relaciones sexuales en la vía pública, tomar alcohol y consumir drogas y, en algunos de los casos, insultar a los habitantes.
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