México, D.F. / Mayo 9.-
Apoyados con gases lacrimógenos, perros y toletes, elementos del Grupo Especial Táctico Tiburón tomaron el control del penal Santa Martha Acatitla luego de que decenas de internas realizaban una protesta contra la decisión de restringir el horario de la visita este fin de semana por la contingencia sanitaria, ya que son festejos por el 10 de mayo.
Los uniformados ingresaron tras un intento por secuestrar a la directora del penal Martha Robles, quien se había presentado en el dormitorio F, para informar a la población del penal que el sábado se permitiría el acceso a familiares durante una hora y el domingo, solamente dos, y nada más.
Varias internas de Santa Martha confiaron, que mientras Robles ofrecía sus argumentos para llevar a cabo estas medidas, entre ellas, las medidas preventivas de salud obligatorias por la subsecretaría de gobierno del Distrito Federal, las reas comenzaron a rodearla junto con su comitiva, para exigir a gritos que hubiera modificaciones por el Día de la Madre.
Robles se presentó ante las internas a 17:30 horas junto con uno de los abogados del reclusorio y tres custodios para informar que no las órdenes no podían ser modificadas, por lo que de los gritos pasaron a los reclamos, como el robo de sus pertenencias y efectivo en las aduanas controladas por uniformados, así como una mayor represión, ante cualquier reclamo.
Las reas manoteaban en la cara de la funcionaria, al tiempo que desde el anonimato que permite ser parte del grupo de 200 reas, se repitió la orden de retener a la directora hasta que lograran en compromiso de obtener una “visita normal”, es decir en horarios de 9 de la mañana a las cinco de la tarde. ¡ Ya acabó esa mamertada de la contingencia!, gritaban a Robles.
Durante varios minutos, algunas internas forcejearon con Robles y su comitiva, pero luego de varios intentos, la directora logró zafarse para salir corriendo y colarse a la estancia 4 de la planta baja del dormitorio F, mientras varias de las presas comenzaron a moverse en varias direcciones para convocar a una protesta en el patio mayor del penal, la llamada “sala grande”.
Juntaron cartones, papel y sillas para hacer una gran fogata en medio del patio, mientras otras internas destrozaron una de las dos capillas con las que cuenta el penal, momentos que fueron captados por policías que realizaban un sobrevuelo desde que comenzaron los disturbios.
Escoltada por una docena de uniformados, la directora pudo llegar a sus oficinas para solicitar la intervención del Grupos Especial Táctico Tiburón, cuyos integrantes entraron al penal exactamente una hora después de que la funcionaria intentó dar un aviso entre las reas.
Varias internas se comunicaron con EL UNIVERSAL para informar que varias de ellas han sido golpeadas aún sin haber participado en la protesta, ya que luego de controlar a las inconformes en la llamada sala grande, los uniformados se distribuyeron para recorrer varios dormitorios para utilizar sus toletes, en tanto, la autoridad del penal se negó a confirmar la versión. “Solamente queríamos festejar el 10 de mayo y miren, nos vinieron a poner en la madre”, comentó Yadira a este diario, antes de que un uniformado le arrebatara la bocina telefónica en medio de los gritos de sus compañeras.
Cabe recordar que el pasado 2 de mayo, dos grupos de reas se enfrentaron por una disputa territorial en la venta de drogas, lo que motivó la intervención de decenas de uniformados del Grupo Especial Táctico Tiburón, quienes habían usado gas lacrimógeno, perros y toletes para dejar un saldo de varias lesionadas.
Esto motivó la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del DF, quien el 6 de mayo emitió un comunicado donde confirmó los hechos, que se han repetido en los últimos días, tras la alerta sanitaria.
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