Ciudad de México.-
Los puntos de acuerdo alcanzados el mes de abril entre los gobernadores mexicanos y Texas para reforzar la seguridad fronteriza y combatir la inmigración ilegal equivalen a una “extorsión”, declaró el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Se endurecieron las medidas para el tránsito comercial hacia el vecino país del norte, en parte por los elevados controles de seguridad impuestos por el gobernador texano, Greg Abbott.
Esto provocó millones de dólares en pérdidas por los retrasos a las unidades de transporte de carga.
En medio de la crisis de los transportistas los mandatarios de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, tuvieron que signar acuerdos para cumplir las demandas de la contraparte texana, lo que el canciller mexicano ha considerado como un agravio a los mexicanos.
“Déjame ponerlo entre comillas, es una extorsión. Cierro la frontera y tienes que firmar lo que yo diga, ese no es un acuerdo”, comentó el funcionario mexicano durante su visita a Nuevo León.
Abbott implementó un sistema de revisión a los tracto-camiones y autobuses que cruzaban a Estados Unidos por la frontera norte, como una medida para reducir la migración hacia Texas, incrementando el tiempo inspección por cada unidad hasta de 24 horas.
A raíz de ello, surgió la preocupación por las posibles afectaciones a las cadenas de suministro, lo cual podría impactar negativamente en el precio de los productos a los consumidores.
Durante el primer cuatrimestre del año México desplazó a China y volvió a posicionarse como el mayor socio comercial de los Estados Unidos.