Puebla, Pue. / Octubre 19.-
Dos de cada 10 mujeres poblanas mayores de 40 años son propensas a padecer cáncer de mama o cervicouterino, alertó Pablo Gaspar Hernández, académico-investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
En el marco de la conmemoración del Día Mundial Contra el Cáncer, el especialista adjudicó el incremento en la tasa de mortandad por causa de este padecimiento a los malos hábitos de la mujer actual.
Destacó que de acuerdo a estudios nacionales, los altos índices de mortandad ubican a la entidad poblana como la quinta con más decesos de mujeres como consecuencia del cáncer.
Explicó que este fenómeno ocurre esencialmente por malos hábitos alimenticios, inactividad física, excesivo consumo de hormonas o anticonceptivos y falta de autoexploración.
Refirió que las mujeres de dos generaciones atrás -madres y abuelas- tenían menos posibilidades de desarrollar cáncer debido a que su dinámica era totalmente distinta.
El inicio del ciclo menstrual, dijo, se daba partir de los 13 años, las féminas se casaban a los 17 y a esa misma edad comenzaban su vida reproductiva, tenían más de tres hijos, los amamantaban y no consumían anticonceptivos u hormonas.
Pero actualmente la inactividad física, la obesidad y los malos hábitos, permiten que las mujeres desde niñas adelanten el proceso de ovulación.
“Ahora vemos que las niñas desde los 11 inician la menstruación, producen óvulos de manera prematura, demoran en procrear porque están ocupadas en el estudio, el trabajo y encima consumen importantes cantidades de alcohol, tabaco, chocolate y refresco de cola”, comentó.
Señaló que a nivel nacional diariamente mueren entre 50 y 60 mujeres por culpa del cáncer de mama o cervicouterino, mientras que dos de cada diez poblanas están en riesgo de desarrollar el mal.
“La frecuencia del cáncer de mama se proyecta prácticamente igual que a nivel nacional, en Puebla dos de cada diez mujeres en algún momento dado de su vida van a desarrollar cáncer de mama, es una estadística alarmante”, expuso.
Para contravenir este comportamiento llamó a las mujeres a practicar la autoexploración y realización de mastografías.
Recordó que algunas características que advierten sobre este padecimiento son el cambio de color, textura y temperatura de los senos, secreciones o retracciones del pezón y la aparición repentina de ‘bolitas’ en la zona mamaria o axilar.
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