Rechaza Zelaya violencia para retomar el poder

México, D.F. / Agosto 4.-
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, se auto denominó un “catracho pacífico” al rechazar los señalamientos que apuntan a su regreso al gobierno de ese país mediante el uso de las armas.
Por el contrario, dijo que aunque en la Constitución de Honduras se contempla el derecho a la insurrección, él ha convocado al retorno a su país en forma pacífica.
Zelaya, depuesto de la Presidencia hondureña el pasado 28 de junio, ofreció esta mañana una conferencia de prensa con el presidente Felipe Calderón, después del encuentro privado que sostuvieron en la casa Miguel Alemán, de Los Pinos, donde el mandatario mexicano le refrendó el respaldo de su gobierno para encontrar una solución al conflicto y se comprometió a impulsar como mandatario mexicano y como responsable de la Secretaría Pro-Tempore del Grupo de Río el acuerdo de San José, que encabeza el presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Zelaya Rosales contempla dentro de su agenda para el transcurso de este martes y mañana diversas reuniones.
Para hoy, se prevé un conferencia de prensa al filo de las 17:00 horas.
Mañana miércoles se espera que sea recibido por el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard y poco antes del mediodía su asistencia a la sesión de la Comisión permanente del Congreso de la Unión, en las instalaciones del Senado, donde será recibido por legisladores.
“Mi posición es que no utilicen armas y que no se conteste con violencia y barbarie como ellos (el gobierno de facto) están haciendo con nosotros. Pacífica y cívicamente estamos tomando acciones”, dijo.
Aseguró que su presencia en la comunidad de El Ocotal, en Nicaragua, tras su derrocamiento, responde a una resistencia pacífica aunque la Constitución de Honduras en su Artículo 3, el cual citó, indica que “nadie debe obediencia a un gobierno que surge por la fuerza de las armas y el pueblo tiene el derecho a la insurrección.
“Su servidor ha llamado a una insurrección pacífica, pero se está abriendo un expediente grave en América Latina” por la pretendida presión de las derechas de esta región, a lo que dijo que “los pueblos tienen derecho a ocupar las armas que les proveen los sistemas legales y jurídicos para revertir esos procesos.”
Zelaya advirtió que si surge la violencia otra vez, renacerá la violencia de los grupos sociales de hace veinte años.