El impuesto a las gasolinas dará a las entidades federativas recursos por 31 mil millones de pesos en el 2008 y 2009, aseguró José Antonio González Anaya, titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda.
“El nuevo impuesto federal a las gasolinas ya está representando importantes recursos frescos para las entidades federativas. Serán del orden de ocho mil millones de pesos en el 2008 y casi 23 mil millones de pesos en 2009”, expresó el funcionario.
Añadió que todos los recursos del impuesto a las gasolinas tienen que canalizarse a la inversión.
Aseguró que el presupuesto de 2008 se ha convertido en el “más federalista de la historia”, ya que en el último año se incrementaron las transferencias federales, en donde las participaciones que eran 2.8% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2007 subieron a 3.5% del PIB este año.
“El incremento a los estados y municipios de 2007 a 2008 fueron 90 mil millones de pesos, nivel cercano a 1% del PIB. En términos de participaciones es 20% y en aportaciones es 7%. El ramo 28 creció 67 mil millones de pesos”, dijo el funcionario.
Ante ello, consideró fundamental mejorar la vigilancia en el uso de los recursos federales a nivel subnacional y contar con un marco de deuda local menor “para decir que no hay un problema de endeudamiento a nivel subnacional”.
El responsable de negociar con los estados puntualizó que “hay una creciente concentración de la recaudación y una creciente descentralización del gasto”.
Añadió que las entidades dependen de las transferencias federales: las aportaciones representan 40% de los ingresos totales de los estados; las participaciones 37% y los ingresos propios son solo 10.9% de los recursos totales de las entidades, el resto corresponde a convenios y otros segmentos.
Planteó que entre 2007 y 2008, las transferencias federales se han incrementado 44%, mientras las participaciones aumentaron 54%.
El funcionario expuso que los recursos federales transferidos a las entidades federativas aumentaron 6.5% del PIB en 1998 a 8% en el 2006, mientras los ingresos federales no petroleros han aumentado 1%.
“Lo que quiere decir es que aunque los recursos son insuficientes, las entidades tienen un creciente pedazo del pastel, a costa de la federación, la cual solo ha incrementado un punto del PIB sus ingresos y ha transferido 1.5% a las entidades federativas”, manifestó.
Puntualizó que los ingresos propios de los estados en 1998 eran 0.91% del PIB, mientras en el 2006 son 0.92% del PIB. “Casi no han variado, parece que es una constante”.
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