México, D.F.-
Fue una noche de anécdotas sobre Alonso Lujambio en el Partido Acción Nacional (PAN). Un gran retrato. Dos banderas, una de México y la otra del blanquiazul, adornaban el auditorio Manuel Gómez Morín.
Margarita Zavala subía al atril; respiraba hondo para recordar a Lujambio y la buena amistad que tenía con su esposo, el presidente Felipe Calderón.
A más de un mes de la muerte de Alonso Lujambio, el PAN le rendía un homenaje al ex secretario de Educación y senador de la República después de que perdiera la batalla contra en cáncer de médula ósea que lo aquejaba.
Todos miraban interesados las palabras de Margarita, y recordaba que hace unos años, realizando activismo político en una esquina de Reforma, buscaba vender periódicos para abonar a la libertad de expresión cuando de pronto, de un “vocho” blanco, salió una mano para pedir el periódico. “Era Alonso, y estaba en un vocho blanco, manejaba un vocho blanco y me compró el periódico y se lo agradecí mucho”.
Margarita Zavala recordó el día en que desde la Presidencia harían público el cáncer silencioso que amenazaba a Lujambio, pero ese mismo día murió trágicamente el ex secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora. En el salón se hizo un silencio y dijo: “me pidieron salir del cuarto en que estaba con Alonso y Tere (su esposa) y me informaron del accidente, me puse muy nerviosa y les dije del accidente”. Recordó que ese día, el propio Lujambio acompañó a todos a través de mensajes, “ahí estuvo con el Presidente, transmitiéndonos el dolor de no poder estar ahí”.
Aseguraba que Lujambio le arrancó días y horas a la muerte, pese a saber de la enfermedad que padecía, “todos recordamos el día de la protesta (como senador). Sí quiero decir que lo extrañé mucho en la reforma laboral, yo sé que le hubiera encantado y trabajado enormemente la discusión sobre la transparencia y democracia en los sindicatos. Me hubiera gustado que hubiera votado por la Ley de Contabilidad, que la conocía muy bien”, expresó.
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