Con la promesa de que no emitirán publicidad engañosa de sus productos en medios electrónicos e impresos dirigida principalmente a niños, ayer la cúpula empresarial mexicana firmó una iniciativa de autorregulación con la Secretaría de Salud y la Procuraduría Federal del Consumidor.
En ella, la industria se impone sus propias sanciones como el evidenciar públicamente a la empresa que rompa con el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas (PABI), que establece limitantes en los anuncios dirigidos a menores de edad.
Destacan no incitar al sobreconsumo, no engañar al público infantil sobre los beneficios de un alimento o bebida como obtención de fuerza, estatus o popularidad y abstenerse de crear una sensación de urgencia por adquirir el alimento o bebida.
José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, dijo que 40% de los anuncios en tv, dirigidos a niños, fomentan la obesidad. Antonio Morales de la Peña, responsable de la Profeco, dejó en claro a los empresarios que este convenio no exime de las sanciones en caso de promocionar publicidad engañosa.
Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, e Ismael Plascencia Núñez, de la Concamin, coincidieron en la importancia de que las personas estén bien informadas sobre los productos que se publicitan ya que, reconocieron, que no siempre los mensajes que reciben son constructivos.
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