México, D.F. / Diciembre 23.-
La Iglesia Católica respeta y ama a quienes tienen tendencias sexuales diferentes y sus derechos humanos deben ser salvaguardados, sin embargo no pueden pretender la adopción de niños, sostuvo el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Al dirigir un mensaje a diversos medios de comunicación, el arzobispo primado de México señaló que la situación de que parejas del mismo sexo pretendan adoptar violenta los derechos fundamentales de los niños, puesto que los menores tienen ‘verdaderos derechos de tener un padre y una madre’.
El jerarca católico reiteró que la legislación que se aprobó en el Distrito Federal, en la que se legaliza como matrimonio la unión de personas del mismo sexo y que da el derecho de adopción, es una ley ‘mala y perversa’ que no fue consultada a la ciudadanía.
‘La familia está siendo golpeada por estas leyes y lo más terrible es que con estas leyes se pretende ignorar los derechos fundamentales de los niños, al aprobar que pueden ser adoptados por esas uniones que no pueden ser matrimonio’, sostuvo.
‘Respetamos profundamente y amamos verdaderamente a nuestros hermanos que tienen tendencias diferentes; sus derechos humanos siempre deben estar salvaguardados, pero no se puede pretender que sean familia’, expuso.
‘No puede pretenderse el que adopten a niños que tienen verdaderos derechos de tener un padre y una madre’, insistió Rivera Carrera, quien añadió que es realmente lamentable que en la aprobación de esta legislación se haya procedido antidemocráticamente.
Es deplorable que en lugar de resolver problemas que hay en la ciudad de México, como la pobreza, la violencia y el desempleo, ‘se entretenga en leyes moralistas y no atiendan a los más pobres’, abundó.
El arzobispo hizo notar que México está padeciendo muchos males como la influenza, la violencia, la pobreza y el desempleo; pero con ellos llegan noticias de este tipo, de legislaciones que no fueron consultadas a la gente, que no pudo expresarse sobre la materia que se legisló.
Por ello consideró que se legisla contra la institución familiar, que ha sido fortaleza de la patria, y prueba de ello fue el apoyo que brindó la familia a todos los damnificados cuando ocurrió el sismo de 1985.
Discussion about this post