San Luis Potosí, S.L.P.-
Policías ministeriales rescataron un perro de raza pitbull que estaba a punto de ser sacrificado en el Centro de Control de Rabia por haber matado a otro perro en una pelea.
Una mujer que fingió ser la dueña del Pit Bull lo entregó al personal de control canino argumentado que era un animal muy agresivo y que daba su autorización para que lo “durmieran”.
El propietario del animal acudió al ministerio público a denunciar la desaparición de su mascota, que tiene un valor comercial de 25 mil pesos, aportando datos para localizar a unas vecinas que se lo habían llevado.
Al seguir las pistas para la búsqueda y localización del perro dentro de una investigación por el delito de robo, los elementos de la policía ministerial del estado (PME) lograron recuperarlo poco antes de que fuera sacrificado.
El afectado de nombre Pablo, señaló en su declaración que el pasado 21 de enero por la tarde, al llegar a su domicilio lo estaban esperando unas vecinas, una identificada como Yadira, quienes le preguntaron si era el dueño de un pitbull color café con manchas blancas.
Las mujeres le dijeron que tenían al perro en su poder y que posteriormente le harían entrega del mismo, por lo que el agraviado en varias ocasiones les pidió que se lo entregaran, sin recibir respuesta a su requerimiento, entonces optó por denunciarlas, señaló la procuraduría general de justicia del estado.
Los agentes se trasladaron al domicilio de las implicadas ubicado en la colonia Valle del Potosí, donde se entrevistaron con Yadira, quien admitió que efectivamente, había tenido en su poder al perro, puesto que se había suscitado un incidente con la mascota.
La mujer comentó que el pitbull mató a otro perro, por lo que al observar su agresividad le hablaron a la policía, arribando al lugar elementos de seguridad pública municipal a bordo de una patrulla, donde trasladaron al perro al Centro de Control de Rabia.
Los agentes acudieron al antirrábico, en donde la encargada del Centro les explicó que siguiendo el protocolo, sacrificarían al animal, “pues ya tenían la solicitud de la presunta dueña”.
El ministerio público entregó el pitbull a Pablo, quien con documentos acreditó que le pertenecía.
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