Puebla, Pue.-
A principios de abril, Esteban “N”, de 19 años, denunció ante autoridades ministeriales que su hija, de 13 días de nacida, había sido robada al salir de la clínica número 2 del IMSS, en San Pedro Cholula, Puebla; sin embargo, siete meses después de aquella escena ha recibido una condena de 27 años de prisión al comprobarse que él asesinó a la menor.
En aquel momento, el sujeto llamó a los servicios de emergencia desde las afueras de la clínica y denunció que su hija había sido hurtada por sujetos que viajaban en un vehículo Nissan Tsuru, de color negro y con cristales polarizados.
Elementos de la Policía Municipal y Ministerial acudieron al lugar y junto con el joven realizaron diversos recorridos de búsqueda hasta que cayó en contradicciones.
A las pocas horas, el joven confesó que había privado de la vida a su hija. Dijo estar en proceso de separación de su pareja, de 24 años, y consideró que no quería cargar con la manutención de la menor, por lo que decidió asfixiarla y arrojar el cuerpo atrás del basurero de Calpan, en San Pedro Cholula.
En sus declaraciones, señaló que el embarazo de su pareja no fue planeado y la niña terminó siendo un bebé no deseado, puesto que, según él, la niña era la causante de que hubiera abandonado sus estudios y ahora trabajara en una pizzería.
El cuerpo de la bebé fue recuperado del sitio y Esteban “N” fue puesto a disposición del Ministerio Público y de un juez, el cual inició el juicio en su contra. Sus familiares se dijeron sorprendidos por lo ocurrido, porque creían que la muerte se trataba de un accidente.
La Fiscalía General del Estado de Puebla anunció que mediante pruebas fehacientes obtuvo una sentencia condenatoria de más de 27 años de prisión para Esteban “N”, quien es penalmente responsable del delito de homicidio en razón del parentesco.