La Arquidiócesis Primada de México subrayó que fue “tergiversado” el contenido de un artículo publicado el pasado domingo en su órgano de difusión semanal “Desde la Fe” en el que se habla del pudor y sugiere a las jóvenes católicas evitar que su forma de vestir sea un pretexto para ser intimadas, violentadas y atacadas sexualmente.
Lo que se hizo, subrayó, fue dar una orientación y no una crítica o prohibición a la forma de vestir.
A través de la página del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México, esta justificó un artículo publicado en el semanario, al señalar que “la Iglesia católica es conciente de que el cuerpo humano es naturalmente bello, es obra de Dios y, a nuestros ojos, es la más perfecta de las obras; y para ella, el pudor es el recato con el que se guarda y se protege lo sagrado, lo que es expresión de un verdadero amor”.
En el artículo firmado por el canónigo metropolitano Sergio Román del Real, éste explica que antes las jóvenes llevaban faldas largas y que los varones sólo alcanzaban atisbar sus piernas cuando llovía.
“Ya no se necesita esperar a que llueva para ver los tobillos de las muchachas: ahora usan minifaldas, ombligueras, mayones y biquinis. Las revistas y los periódicos muestran, como si fuera la cosa más natural, mujeres sin ropa, y no se diga el cine y la televisión. ¿Ya no hay pudor?”.
El canónigo subraya que muchas jóvenes educadas en el valor del pudor, se sienten incómodas con las ropas de moda y a menudo se les ve bajarse la falda o taparse el escote y evitar ser objeto sexual para los mirones que las rodean, violándolas con la imaginación.
“El pudor es reservar para el ser amado esos incentivos sensitivos y placenteros que llevan a tener hijos (…) El pudor se aprende en el hogar. El pudor también es un valor que se debe enseñar a los niños, no sólo a las niñas”.
Ese texto en el que se llama a las mujeres a dejar de lado prendas pequeñas, escotadas y ajustadas, precisa la Arquidiócesis, forma parte de una serie de artículos firmados por propio Sergio Román del Real que buscan promover los valores en las familias católicas de México.
Cada artículo está constituido por tres partes fundamentales: un caso de vida, una explicación del valor en cuestión y sugerencias prácticas para vivirlo.
“Esta semana, el texto tocó el tema del pudor e hizo una comparación costumbrista de varias generaciones y al final, como es usual, dio una serie de sugerencias a las jóvenes que profesan la religión católica, para evitar que su forma de vestir sea un pretexto para ser intimidadas, violentadas y atacadas sexualmente en una ciudad en donde la violencia de género forma parte de la vida cotidiana, como se puede constatar en cualquier periódico, en estadísticas oficiales y en la estructuración de campañas gubernamentales contra el abuso sexual”.
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