México, D.F.-
Lo que bien empieza, en el Congreso puede tener por final, un conflicto, como ocurrió en el transcurrir de sólo ocho horas, en el que la Cámara de Diputados empezó a velar armas para ir a una acción de inconstitucionalidad contra la Cámara de Senadores.
Eran las 11:18 horas cuando las cámaras de Diputados y Senadores, como hermanadas, cantaron juntas el Himno Nacional, en el rito de instalación del segundo periodo extraordinario de sesiones, en San Lázaro, y luego en sus recintos propios debatieron y votaron los asuntos del orden del día, pero de pronto, el Senado llevó los trabajos a un cierre súbito, insólito e inédito.
Bregaban las fuerzas del PRI, PRD, PVEM, PT, Panal y MC contra Acción Nacional que se resistía a que se metiera mano al artículo 87 de la Ley General de Partidos Políticos, de modo que en cómputo de votos sólo se cuenten para candidatos y no para los partidos que los postulan en coalición.
La tarde húmeda con vientos de tormenta transmitía un rumor: “Hay un acuerdo del PRI con el PAN para frenar esa reforma, que no se promulgue, que no sea válida en las elecciones de 2015”.
Fue entonces cuando, en el Senado, el presidente de la Mesa Directiva, el priísta Raúl Cervantes, invocó el reglamento y dijo que en cuanto recibieran la minuta de reformas se remitiría a comisiones, con lo que no darían el aval a lo previamente aprobado por diputados.
En San Lázaro, en automático, se levantaron las protestas por ese cierre con falta de respeto. Los perredistas Fernando Belaunzarán (“el chantaje del PAN tuvo efecto”) y Martha Lucía Mícher Camarena (“nos hicieron bullying legislativo”), así como la diputada del PVEM, Ruth Zavaleta, (“no nos merecemos esta falta de respeto”) protestaron a gritos.
Fue singular el hecho de que el mismo Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI, secundó las quejas del PRD y PT, y anunció que irá con ellos a la Corte.
La tormenta, en el Senado, dio para otra inundación, ahora de repudios.
El coordinador perredista Miguel Barbosa fue a tribuna a acusar la treta y pidió que se votara en el tablero electrónico quiénes estaban en favor y quiénes en contra de levantar la sesión que ya había “cantado” Cervantes.
Barbosa mostró el rechazo de su grupo al cierre del periodo y acusó que así en la Cámara Alta se incumplían los deberes legislativos, con lo que se satisfizo, dijo, una concesión más al PAN “para sacar las leyes energéticas”.
Y esa es la pelea que sigue, una vez que se apruebe la ley de telecomunicaciones, la próxima semana, según la idea más reciente.
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