México, D.F.-
Al mediodía de este sábado Antonio Zambrano Montes -asesinado el 10 de febrero pasado por policías de la ciudad de Pascoe, Washington- fue sepultado en la comunidad nahua de Pómaro, en Aquila, Michoacán.
Alrededor de las 12:00 horas, el sacerdote Maximino Erape acudió a la casa comunal, donde más de 200 personas se congregaron para velar a Zambrano Montes, y ahí improvisó un altar para celebrar la misa.
En torno al féretro, los hermanos del migrante michoacano montaron guardia, atrás sus hermanas permanecían junto a sus padres. Al final de la ceremonia, un minuto de aplausos y una porra en honor de Antonio Zambrano Montes contuvieron por un instante la tristeza y el llanto hasta que los músicos soltaron los primeros acordes de “Te vas ángel mío”.
Después, con el féretro en hombros, la caravana fúnebre cruzó todo el poblado y decenas de sombrillas se abrieron para resguardar a los dolientes del sol que caía a plomo en una tierra en la que nadie cree que exista justificación para lo que hicieron los policías estadunidenses.
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