México, D.F.-
México ocupa el octavo lugar en materia de impunidad ante el repunte de agresiones contra periodistas y medios de comunicación a nivel global, y al menos 14 comunicadores fueron asesinados durante el gobierno de Felipe Calderón “por lo cual su período ha sido uno de los más violentos para la prensa que jamás se haya registrado en el mundo”.
Otros 27 periodistas fueron asesinados en el mismo periodo, y se trata de confirmar si fue por su labor, además de 12 desaparecidos y seis medios atacados.
Así lo indica en su apartado sobre México el reporte Ataques a la Prensa, el informe anual sobre el estado de la libertad de prensa publicado hoy por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), en el que se advierte que a nivel mundial hay “un aumento sin precedentes en el número de periodistas asesinados y encarcelados en el último año, junto con legislación restrictiva y censura estatal”, que están poniendo en peligro el periodismo independiente en muchos países.
Sobre México el informe destaca que “en tanto que las fuerzas armadas luchaban contra los carteles de la droga –y los carteles se enfrentaban entre sí– la prensa fue objeto de violencia por parte de la delincuencia organizada y funcionarios corruptos que buscaban controlar el flujo informativo”.
Indica que los periodistas fueron blanco de desapariciones y amenazas por ejercer la profesión, o se vieron obligados a huir de sus hogares, y varios medios de prensa fueron atacados a lo largo del sexenio anterior.
Aunque, se reconoce que la administración de Calderón “sí alcanzó un logro histórico en materia de libertad de prensa en su último año”, como fue la reforma que federaliza los delitos contra la libertad de expresión, “un paso clave para combatir la corrupción y la impunidad en todas las jurisdicciones del país”.
Sin embargo el CPJ advierte que aún no se ha aprobado la normativa legal necesaria para implementar la enmienda.
Ante la tendencia mundial de incremento de agresiones contra la prensa, Robert Mahoney, subdirector del CPJ, destacó que “cuando los periodistas son silenciados, ya sea a través de violencia o de leyes restrictivas, perdemos todos, porque los crímenes quedan ocultos, el disenso es amordazado y los ciudadanos se ven despojados de sus derechos”.
Sostuvo que “los gobiernos deben enjuiciar a los autores de estos delitos y poner freno a quienes buscan anular la el periodismo investigativo y crítico sobre temas de interés público”.
El informe revela un ambiente de deterioro para la libertad de prensa.
“En 2012, el número de periodistas encarcelados en todo el mundo alcanzó un máximo histórico, una tendencia impulsada principalmente por acusaciones de terrorismo y otros delitos contra el estado a periodistas y editores críticos. El CPJ identificó a 232 periodistas encarcelados por su trabajo en 2012, un aumento de 53 respecto a 2011 y la cifra más alta desde que la organización comenzó su registro en 1990”.
La investigación del CPJ muestra que “estadísticamente un periodista ha sido asesinado por su labor cada ocho días en las últimas dos décadas. Setenta periodistas cayeron por su labor en 2012, un aumento del 43% en comparación con 2011. Más de 35 periodistas están desaparecidos”.
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