México, D.F.-
Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, pedirá al Papa Benedicto XVI que durante su próxima visita a México, que tendrá lugar del 23 al 26 de marzo en el estado de Guanajuato, interceda por las víctimas de la lucha contra el crimen organizado ante políticos y la jerarquía católica mexicana.
Será a través de una carta —que entregará el próximo 22 de marzo en El Vaticano— dirigida al máximo líder católico, en la que pedirá que durante su estancia en México el Papa abrace y consuele a un país lastimado por los criminales, con un Estado fracturado y administrado por gobiernos y partidos corruptos, así como con una Iglesia jerárquica que casi siempre responde a intereses políticos propios.
“Ese que te encontrarás en México, amado Benedicto, es el cuerpo destrozado de Cristo que pide en sus víctimas la respuesta del Padre por encima del orden político y del desorden criminal”, dice la carta que, con lenguaje poético, describe cómo desde hace cinco años México vive en el sufrimiento, con 47 mil 551 asesinados, 20 mil desaparecidos y más de 250 mil desplazados.
Sicilia convocó a representantes de los medios para dar lectura a la misiva. Dio a conocer que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través del comité organizador de la visita papal, invitó a integrantes del movimiento que encabeza a algunas actividades que se realizarán en Guanajuato.
Varios de ellos, incluido Sicilia, rechazaron la invitación para no participar en el “show mediático” que se le organiza al Santo Padre. Por ello, a título personal y no como movimiento, Sicilia viajó este sábado por la noche a Roma con otras cuatro personas, que serán atendidas en la curia vaticana, pues aunque vía nunciatura apostólica en México solicitaron audiencia con Benedicto XVI, no se logró concretar.
“Queremos mostrarle [al Papa] nuestra radiografía que, aunque la conozca, no es la que ellos tienen; nosotros tenemos el pulso fino de la realidad y de la emergencia nacional y a veces en los discursos políticos se borran e incluso en las percepciones de la alta clerecía”, explicó el escritor.
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