En distintas partes del país, incluida la ciudad de México, se reforzaron los operativos de seguridad para evitar un nuevo episodio de sangre como el sucedido la noche del 15 de septiembre en Morelia, Michoacán.
El Ejército incrementó la vigilancia en todos los accesos a Jalisco y en carreteras de Aguascalientes, Zacatecas, Nayarit y Colima, de acuerdo con el comandante de la Quinta Región Militar, Enrique Canovas.
En Morelia, espectáculos culturales, actividades políticas y eventos deportivos programados con motivo de las fiestas patrias, incluida la tradicional corrida de toros en La Monumental, fueron cancelados.
La Secretaría de Educación estatal instruyó suspender hasta nuevo aviso, las clases en tres primarias del Centro Histórico. Incluso, el gobierno local evalúa suprimir el tradicional desfile del 30 de septiembre, conmemorativo del natalicio de José María Morelos.
La sicosis que generó el atentado en Morelia cundió en otros puntos del país.
Comerciantes y restauranteros reportaron que el consumo bajó 50%, mientras que el PAN determinó suspender la celebración del 69 aniversario de su fundación, que se realizaría los próximos días en el municipio de Uruapan.
El arzobispo de Morelia, Alberto Suárez, pidió a todos tomar el arma de la oración.
Llamadas anónimas a escuelas, cadenas de correos de internet, mensajes de celular y el eco en medios electrónicos causó una sicosis colectiva en la población tabasqueña por supuestos secuestros masivos en planteles escolares.
Edificios públicos y privados en Monterrey, como el de la Coparmex, Canaco, Palacio de Gobierno, además de Palacios municipales, fueron protegidos para evitar actos de violencia.
En Zihuatanejo, Timoteo Mata, director de la policía municipal, alertó a la población para que no asistiera a eventos masivos o políticos ante el temor de que se repitieran casos como el de Morelia.
El alcalde de la capital queretana, Manuel González, decretó “máxima alerta” y ordenó a los cuerpos policiacos incrementar de inmediato la vigilancia de toda la ciudad.
El pleno del Congreso de Morelos y el Consejo de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo guardaron un minuto de silencio por la víctimas en Morelia.
En Tamaulipas, el alcalde de Nuevo Laredo, Ramón Garza Barrios, aseguró que en los eventos masivos que se lleven a cabo en la ciudad, la vigilancia será mayor.
La seguridad en algunas de las dependencias de Estado fueron reforzadas, incluso en los recintos del Congreso de la Unión.
La seguridad en la Secretaría de Gobernación se incrementó desde el martes pasado. Los vehículos que ingresaban fueron revisados por elementos de la policía federal, que utilizan espejos para verificar que no hubiera artefactos extraños.
Fueron destacados una treintena de agentes federales, y se colocó una decena de vallas metálicas para impedir que se estacionen autos ajenos a la dependencia.
En la Cámara de Diputados también se reforzaron las medidas de seguridad. Unos 60 efectivos de la Policía Federal y expertos en explosivos con perros adiestrados recorrieron las instalaciones del recinto legislativo.
En Los Pinos también se constató un incremento en las medidas de seguridad.
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