México, D.F. / Nov. 19
Rozar el glúteo de una mujer, lo mismo con la mano que con la cadera, dentro de los vagones del Metro puede costar 12 mil pesos de multa o hasta seis años de prisión. Esas dos agresiones son las que más se presentan en las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) y son consideradas en el artículo 176 del Código Penal del Distrito Federal como abuso sexual.
Paola Aceves, coordinadora de los módulos del Programa Viajemos Seguras del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia, dijo que estas conductas se presentan principalmente de hombres hacia mujeres, y los agresores tienen entre 26 y 45 años de edad.
En entrevista, agregó que los principales agresores son empleados que ganan de uno a tres salarios mínimos, y la delegación que más victimarios arroja es la GAM.
Dijo que la mayoría de los tocamientos se da entre las 8:00 y las 11:00 horas, y que una de las explicaciones sicológicas es “la construcción de fantasías sexuales sin llegar a la cópula”.
Agregó que, según un diagnóstico social de la problemática en el Metro, la aglomeración de este sistema de transporte público determina la oportunidad para los manoseos y las palabras obscenas.
Desde el 23 de enero el Consejo Ciudadano, el Instituto para las Mujeres local y el STC-Metro iniciaron el Programa Viajemos Seguras, con cinco módulos en las estaciones más transitadas y de mayor incidencia, para recibir denuncias de mujeres y hombres agredidos sexualmente.
Desde entonces se han atendido 249 casos, según Aceves, quien dijo que este delito se comete principalmente en el Metro debido a que no se conoce la gravedad del castigo.
La coordinadora comentó que aunque son los menos, también ha habido agresiones sexuales de hombres a otros hombres, caso en el que el agresor es homosexual.
Según el consejo, cuando la víctima es mujer, espera a que abran las puertas del Metro y busca a un policía para denunciar el hecho. En tanto, el hombre de inmediato acciona la palanca de emergencia.
Se han dado casos en los que las víctimas responden al hecho con agresiones físicas y verbales, aunque otras sienten miedo y vergüenza de hacer público el hecho.
Paola Aceves reiteró el llamado a que las personas agredidas denuncien el hecho. Recordó que en los módulos hay personal capacitado del Inmujeres-DF y del consejo que brindan ayuda sicológica y legal a las víctimas, además de que las acompañan si deciden denunciar en el Ministerio Público. Incluso, durante ese proceso el Inmujeres ofrece un “justificante” oficial por si la víctima tuvo que faltar a su trabajo o escuela.
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