Al menos tres personas murieron, entre ellos un policía federal, y 20 fueron detenidas durante un operativo en Villa Nicolás Romero, en el estado de México y a unos 25 kilómetros del Distrito Federal, para rescatar este martes a una madre y su hijo, secuestrados hace ocho días.
Fuentes de la Policía Federal aseguraron que el grupo de plagiarios pertenece a la organización criminal conocida como “La Familia”, que tiene su origen en el estado de Michoacán y se le vincula a sicarios al servicio del cártel de Sinaloa.
Durante el operativo, en el que fueron liberadas las dos personas plagiadas, se registró un enfrentamiento entre policías federales y secuestradores, en el cual fallecieron un agente y al menos dos presuntos delincuentes.
Tras su liberación, el joven dijo que los secuestradores entraron hace ocho días a su casa y se lo llevaron junto con su mamá, por quienes pedían un millón de pesos para su rescate.
“Se metieron a mi casa, golpearon la puerta con un objeto, con un mazo o algo, llegaron diciendo que eran policía judicial, todos armados, me sacaron de la casa, me golpearon, me subieron a una camioneta y hasta ahorita que me acaba de sacar la policía”, dijo con voz entrecortada.
“Desde que nos atraparon nos tenían vendados de los ojos, de las manos también, de la boca. Los primeros días nos estuvieron pegando hasta que se cansaron, miércoles y jueves ya estuve más o menos tranquilo, tapado. Me daban de comer lo que se les antojaba”, agregó.
Aseguró que permaneció en “un cuarto oscuro, maltrecho, sucio, frío. No había cama estábamos a puro suelo y amarrado de la espalda. Todos los días me maltrataban psicológicamente, ponían películas de mafiosos, asesinatos, hablaban de cómo mataban a la gente, como le cortaban la cabeza a la gente. Me decían que me iban a matar, que me iban a cortar la cabeza, que la iban a mandar a mis familiares”.
La madre del joven, también plagiada, dijo que el primer día estuvo a lado de su hijo, pero al siguiente a ella la sacaron a otro cuarto y al joven le empezaron a pegar.
Visiblemente nerviosa, rompió en llanto cuando detalló que en la mañana de este martes, durante su rescate, “pensábamos que nos íbamos a morir”.
Cuando entraron los policías no se movieron porque pensaron que eran los secuestradores. “Entraron ellos, dijeron que eran de la federal y le dí gracias a Dios que estaba bien y mi hijo”, concluyó.
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