México, D.F. / Diciembre 23.-
Los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala pidieron a México investigar el presunto secuestro de 50 migrantes centroamericanos en Oaxaca, “enfrentar el problema y no ignorarlo”.
El canciller Hugo Martínez consideró “un contrasentido” que haya recursos para asegurar a los migrantes, pero no se dediquen los mismos esfuerzos a combatir las bandas de criminales.
La Procuraduría General de la República (PGR) investiga ya el presunto secuestro. Un grupo de centroamericanos rindió declaración en calidad de testigos.
De acuerdo con Juan José García, vicecanciller salvadoreño, los testigos relataron que el pasado 16 de diciembre unos 12 hombres con machetes y armas largas subieron al tren en que viajaban los indocumentados y comenzaron a golpearlos. Les quitaron sus pertenencias y los secuestraron, pero al menos 13 lograron escapar.
Los hechos ocurrieron en Ixtepec, Oaxaca, en la zona conocida como Chahuites.
El representante del albergue Hermanos en el Camino, el sacerdote Alejandro Solalinde, confirmó que fueron amenazados de muerte en dos ocasiones por haber denunciado el plagio.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos abrió un expediente e inició una investigación sobre el presunto secuestro.
Hizo un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para que implementen acciones coordinadas que prevengan el secuestro de migrantes y les brinden la atención correspondiente, respetando sus derechos humanos.
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