La Ventosa, Oax. / Enero 10.-
El aullido del viento helado que enrojece la nariz y las mejillas y que magulla los dedos de las manos, golpea el vacío en forma de bolsas imaginarias y se extiende sobre la planicie del istmo de Tehuantepec en medio del aguanieve que desciende de los negros nubarrones.
En ese ambiente que parece irreal, Alejandro Mejía, con 15 años recorriendo el país como trailero, observaba perplejo la caja y el tractocamión que conducía, recostados a un lado de la carretera Panamericana, en el tramo de La Ventosa-La Venta. “Una bolsa de aire me sacó del asfalto”, dijo escueto mientras se sacudía la tierra de la ropa.
El tráiler procedente de Ciudad Hidalgo, Chiapas, a donde fue dejar productos de belleza para Centroamérica y con destino al Distrito Federal, fue el quinto que el fuerte viento y sus violentas rachas de hasta 130 kilómetros por hora volcaron el gris y helado sábado inundado por el aguanieve.
“Nadie nos avisó”, comentó en tono plañidero. Nadie, significó para él, la ausencia de los elementos de la Policía Federal, división Caminos. Como Alejandro Mejía, el trailero Nicolás Lango Cruz agradecía al cielo cubierto de negros nubarrones haber salido ileso de la volcadura de otro tractocamión accidentado.
“Nomás sentí que el viento me dio un levantón”, narró el conductor que regresaba a Pachuca, Hidalgo, procedente de Chiapas, donde fue entregar un cargamento de cereales. “¿Por qué ningún agente de la Policía Federal división Caminos alertó a los conductores sobre los riesgos en la carretera, debido a las violentas rachas de viento?”, preguntó. Sólo el aullido del viento le respondió.
Desde la noche del viernes, cuando la temperatura empezó a descender hasta los nueve grados centígrados con vientos de hasta 130 kilómetros por hora en esta localidad zapoteca habituada a días calurosos con más de 35 grados centígrados en el termómetro y con vientos máximos de 75 kilómetros por hora, la ausencia de la Policía Federal fue la constante.
“Nosotros hemos pedido el apoyo de esa corporación, pero hasta ahorita no han llegado”, dijo por su parte el responsable regional del Instituto Estatal de Protección Civil, Jesús González Pérez, quien con cinco tráileres volcados en menos de 12 horas, tomó la decisión, en coordinación con las autoridades locales, de cerrar el paso vehicular a los tráileres vacíos.
Desde el tramo carretero de La Ventosa-La Venta, en medio del viento que dobla los matorrales a ras de tierra, que hace imposible dar dos pasos sin tambalearse y que sacude los vehículos pesados que transitan lentamente, se observan los parques eólicos con sus 368 gigantescos aerogeneradores de 40 y 80 metros de alto que producen electricidad, quietos y silenciosos. Pararon operaciones.
“Nunca habíamos sentido este frío y viento”, diría más tarde el campesino de La Ventosa, Daniel Trejo. “Todo está muerto, la gente no salió”.
Discussion about this post