México, D.F.-
El incremento en el número de víctimas de suicidio es un fenómeno social de salud pública que debe atenderse de forma expedita, a través de políticas públicas preventivas, aseguró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio indicó que es un deber del Estado mexicano generar políticas públicas para prevenir ese fenómeno, así como para garantizar los derechos de las personas y el fortalecimiento de las instituciones públicas.
De acuerdo con la Estadística de Suicidios de los Estados Unidos Mexicanos 2011, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ese año se registraron cinco mil 718 casos en el país, mientras que en 2010 cinco mil 12 casos, 706 más.
De 1990 a 2010, alertó el organismo defensor de los derechos humanos, esa cifra se duplicó al registrarse de 2.3 a 4.5 suicidios por cada 100 mil habitantes.
La CNDH refirió que cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en promedio tres mil personas se quitan la vida al día, y por cada una que se suicida otras 20 lo intentan.
“Durante los últimos 50 años, las cifras han aumentado en un 60 por ciento y lo hacen adultos y personas mayores de 60 años o más, mientras que los suicidios notificados representan una de las tres principales causas de muerte entre la población de 15 a 34 años de edad”, expuso.
En este sentido, el organismo nacional también advirtió la necesidad de impulsar la cultura de la legalidad, desde la familia y las instituciones, a fin de lograr la cohesión social, además de ofrecer una mejor respuesta a la sociedad.
Subrayó que “los órganos de Estado deben intervenir, la suma de esfuerzos institucionales tendrán que incorporar en los procesos de formación y capacitación de los servidores públicos en derechos humanos”.
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