México, D.F. / Febrero 13.-
Ayer, la panista Josefina Vázquez Mota se destapó. El pretexto para enseñar el músculo político fue su cumpleaños número 50. Y no sólo lo mostró, sino se dio el lujo de que hasta quienes pudieran ser sus adversarios en la lucha por la presidencia atendieran su convocatoria.
Frente a tres secretarios de Estado, Ernesto Cordero, de Hacienda, Javier Lozano, de Trabajo, y Alonso Lujambio, de Educación, que a la vez son sus amigos y contrincantes en la carrera presidencial, Vázquez Mota jugó con el tema del destape.
“Es mi destape a los 50 años”, soltó la coordinadora de los diputados en San Lázaro frente a su público.
“Se especulaba que iba a haber un destape —ella lo mencionó— y ella lo dijo ‘voy a hacer un destape en este momento y yo lo que digo es que estamos festejando mis 50 años’ ese fue el destape del día de hoy”, confirmó el diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas, mano derecha de Vázquez Mota y uno de los que más la aplaudió.
Pero lejos de un anuncio formal, lo que sí hizo este sábado Vázquez Mota fue mostrar su poder de convocatoria por si se ofrece posteriormente como aspirante a la candidatura de AN.
“Mostró un muy buen músculo”, dijo el ex gobernador de Oaxaca, y ex priísta, Diódoro Carrasco, al salir de la reunión celebrada en el Club de Industriales.
Una mesa acaparó la atención. Solo mujeres: Vázquez Mota, Beatriz Paredes, presidenta nacional del PRI; la ex gobernadora perredista de Zacatecas, Amalia García, y la ex candidata a gobernadora en Hidalgo, Xóchitl Gálvez. Las más solicitadas para las fotografías.
La coordinadora de los diputados panistas, quien también ha sido secretaria de Educación Pública y de Desarrollo Social, celebró su medio siglo de vida en un hotel de lujo, al que acudieron personalidades del mundo político, intelectual, religioso y de los medios.
El secretario de Gobernación, Francisco Blake, también acudió, además del secretario de Energía, José Antonio Meade, para sumar cinco titulares de despacho.
Estuvieron panistas identificados con el calderonismo como Luis H. Álvarez, Elena Álvarez, además de Alejandra Sota, coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia de la República; Mariana Gómez del Campo, así como Roberto Gil, el joven panista, ahora secretario particular del mandatario, quien habló largo con la festejada.
También personajes religiosos como el arzobispo de la Iglesia Ortodoxa, Antonio Chedraoui, así como el rector de la UNAM, José Narro, y empresarios como Manuel Arango, Héctor Slim y Armando Paredes.
La oposición también tuvo un lugar en el festejo de Vázquez Mota.
Del PRI acudió el diputado Carlos Flores; de Convergencia, el coordinador en San Lázaro, Pedro Jiménez, y del Verde Ecologista, Pablo Escudero, vicecoordinador de su bancada.
Una gran movilización de fotógrafos y camarógrafos se dio cuando entró al hotel el Nóbel de literatura, Gabriel García Márquez. Todos pensaron que era uno mas de los centenares de invitados de la diputada panista. Al final resultó falsa alarma, pues Gabo iba a otro evento.
Josefina Vázquez Mota llegó poco antes de las dos de la tarde, acompañada de su familia. Dijo que el evento era para festejar su cumpleaños “y la vida”.
La celebración fue de corte moderno. Se colocaron mesas “periqueras” y los cientos de invitados degustaron diversos bocadillos.
También fue colocada una mesa especial para recibir los regalos que los invitados llevaron a la diputada.
El evento estuvo amenizado por una orquesta que la mayor parte del tiempo ejecutó piezas de jazz. La reunión dio fin luego de la llegada del pastel, una gran torta de color café que decía: “Felicidades Josefina”.
A sus 50 años la legisladora panista Josefina Vázquez Mota lució alegre y con un buen músculo.
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