Juárez, N.L.-
Brandon “C”, el joven de 23 años de edad quien asesinó a su familia la tarde del pasado sábado, habría discutido con sus padres luego de que éstos se dieron cuenta que recayó en su adicción al fentalino.
Fuentes cercanas la investigación revelaron que el joven, quien solía laborar en la empresa Whirpool, donde conoció a su esposa (hoy occisa) contaba con una adicción a este opioide, que tiene efectos similares a la heroína, por lo que se internó en una clínica de rehabilitación.
Sin embargo, tras abandonar el tratamiento recayó en su adicción, por lo que tuvo una discusión con su madre Mónica Campos Camacho de 50 años de edad y su padrastro Gaurdenio Cruz.
Fue esta confrontación la que derivó en el brutal asesinato primero de la pareja, cuyos cuerpos quedaron tirados en el baño de la segunda planta del domicilio ubicado en la colonia Mirador de San Antonio.
Versiones de los vecinos indicaron que los gritos generados durante el homicidio les llamaron la atención e, incluso, algunos intentaron ingresar a la vivienda sin éxito.
“Cuando yo llegué de la iglesia, apenas iba para adentro de mi casa y la muchacha estaba gritando ‘ayúdenme por favor, ayúdenme’, y entonces yo le fui a pedir ayuda a mis nietos para que fueran a ver qué pasaba y uno de ellos se iba a meter, pero estaba cerrado con llave”, dijo una vecina del sector.
Imposibilitados por entrar a la casa, los residentes de la zona llamaron a la Policía que, al llegar al domicilio, fueron recibidos por Brandon, quien les aseguró que todo estaba en orden y que el escándalo fue en una casa vecina.
Ante ello los agentes se retiraron del lugar sin saber que, en el segundo piso, los cuerpos de los padres del joven estaban tirados, además de que, en el baño del primer piso, quedaron los cuerpos de Carolina Escalón Ramos de 25 años, esposa del asesino y las niñas Desire Carolina y Corina, de uno y cuatro años.
Horas después del homicidio, Brandon se dirigió a un bar de San Pedro Garza García donde, finalmente, se entregó a la Policía.