Monterrey, N.L.-
La falta de agua y comida han hecho que familias de osos bajen a la ciudad a saciar su sed, refrescarse y por qué no, tomar algún snack de las mesas de los deportivos cercanos.
“Hemos visto a una mamá osa y su hijo, que meten a la alberca y se comen la comida de la gente que va a pasar el rato”, comentó Javier Ramírez, quien acude al Club de los 100, que está a un lado del Parque Funeral Guadalupe.
Señaló que los socios no han querido denunciar a los “intrusos” para que personal de ecología no se los lleve a lugares lejanos como Galeana.
“También viene el papá, pasa casi a diario, imagínatelo parado de patas, debe medir casi los dos metros. Están gorditos y les brilla el pelo muy bonito. Si sales de tu casa y te llevamos un gran susto”, indicó.
Señaló que algunos vecinos dicen que vienen de un lugar cercano a Sierra Alta, pero es el mismo cerro por la Carretera Nacional que se comunica con San Pedro Garza García.
El consejo es no tratar de tocara los osos, pero estos animales ya se han acostumbrado a la presencia humana, pero eso no los deja de ser peligrosos.