Monterrey, N.L.-
Cientos de migrantes en su paso rumbo a la frontera, el paso obligatorio es la Central de Autobuses de Monterrey.
Muchos de ellos, familias con niños pequeños, llegan en la madrugada, ante la urgencia de llegar a su destino.
Desde su largo trayecto desde países como Haití, Salvador o Venezuela, cualquier piso es bueno para dormir.
En los pasillos de los asientos de la sala espera, se observaron decenas de migrantes que dormían en el piso, algunos con una cobija, pero la mayoría sin una almohada para acomodarse.
Eran las 4:00 de la mañana cuando un guardia de seguridad llegó para levantarlos.
“Levántense, no pueden estar ahí tirados”, dijo el hombre, mientras los despertaba.
La mayoría de los visitantes extranjeros tenían su boleto comprado para ir a Matamoros o Reynosa, para luego llegar a estas ciudades y hacer su intento por cruzar a Texas en búsqueda del “sueño americano”.
Lo que ignoran es que deben de hacer un trámite migratorio, que puede tardar varios meses.
Mientras tanto tendrán que adaptarse a la vida de la frontera, conseguir un empleo temporal para tener algo que comer.