Monterrey, N.L.-
Durante el segundo fin de semana con cierre de establecimientos no esenciales, el Mesón Estrella y las zonas alrededor de Plaza Garibaldi ignoraron las restricciones, continuaron operando con normalidad y registraron aglomeraciones.
Nuevamente, los comerciantes del primer cuadro de Monterrey “desafiaron al virus” y tanto ellos como los ciudadanos olvidaron que tan solo en el mes de diciembre se reportaron cuatro días consecutivos con cifras récord de contagios.
En los nueve meses de pandemia en la entidad, el mercado popular ubicado a un costado de Colegio Civil siguió desafiando a las autoridades.
Amparados bajo “la venta de productos esenciales”, los puesteros abarrotaron Juan Méndez y las calles aledañas con un sinfín de frutas y verduras.
Si bien el uso de cubrebocas persistió entre los comerciantes y transeúntes, al adentrarse la sana distancia pasaba al olvido y las conglomeraciones eran inevitables.
Por su parte los vendedores a los alrededores de la Plaza Garibaldi emularon a sus colegas del Mesón, aunque ellos vendían hasta los productos menos esenciales.
Desde arreglos navideños, ropa al mayoreo y juguetes eran algunas de las mercancías que estos comerciantes ofrecían a unas multitudes que parecían no tener fin.
Con esto, el comercio informal volvió a “burlarse” de las indicaciones de la Secretaría de Salud, hecho que causará indignación entre aquellos que si acataron las órdenes de no operar los fines de semana.