¿Por qué los megaeventos deportivos son un atractivo irresistible para las masas como la miel para las moscas?
¿Por qué tienen tanto impacto en la mercadotecnia moderna los Mundiales de Futbol, los Juegos Olímpicos, el Super Tazón de futbol americano en Estados Unidos, así como la serie otoñal de beisbol en el mismo país o la NBA; los torneos internacionales de tenis, las carreras de automóviles en todo el planeta y la fórmula 1 principalmente, además del Tour de Francia?
¿Por qué los medios masivos de información proyectan lo mejor de su talento y tecnología en dichos megaeventos y enlazan el entretenimiento a la cultura de un lado al otro de la geografía, sin importar la diversidad de idiomas?
La respuesta la tenemos en la esencia del deporte: porque es la fórmula de diversión que llena los tiempos de ocio para encontrar la expulsión del estrés y de las presiones de la vida diaria, pues al identificarnos con los competidores o equipos se llega al principio de la identidad en busca de triunfos y trofeos. Y, por otra pate, el deporte como espectásculo impulsa s los medios a afinar su negocio
La actividad física ejercida en forma de juego y, por ende, como recreación, pasatiempo o diversión, se encuentra vinculada al hombre desde tiempos inmemorables por serle algo natural. Al principio significó una forma de defensa para la sobrevivencia y más tarde valió como proceso de desarrollo personal y punto de referencia para medir fuerzas y habilidades en escenarios de competencia individual o de grupo.
Por eso los deportes han acompañado al hombre a lo largo de su historia y representan muchas cosas: controversia, catarsis, reto, disciplina, camaradería, trabajo en equipo, pasión y un sinfín más. También el deporte, en la práctica, es concebido como el conjunto de actividades físicas y mentales que, además de mejorar la salud y la calidad de vida, nos ayuda a mantenernos en mejores condiciones sicosomáticas.
La actividad física ejercida en forma de juego y, por ende, como recreación, pasatiempo o diversión, se encuentra vinculada al hombre desde tiempos inmemorables por serle algo natural.
En síntesis, el deporte, de acuerdo con una de sus definiciones, es la actividad física competitiva y organizada –institucionalizada y reglamentada-– que tiende al desarrollo
armónico e integral del ser humano. Por tanto, los elementos que se desprenden del concepto de deporte son:
1.- Actividad física: facultad del ser humano de realizar actos
motores (motricidad humana). Doctrinalmente la actividad física
puede ser de diversos tipos, a saber: recreativa (lúdica), de
rehabilitación (capacitativa), competitiva (deporte), laboral
(trabajo), y formativa (educativa).
2.- Competencia: contienda, disputa o confrontación entre dos o
más personas; de una persona consigo misma o de una o más
personas con elementos naturales o artificiales (por ejemplo, en
una competencia de natación, un nadador se va a enfrentar con
otros y además puede buscar un récord o marca individual y esa
contienda pude ser en una alberca de 25 o 50 metros o en un lago).
3.- Organización: institucional (sujeción a instituciones: entidades
que se estructuran orgánicamente) y reglamentaria (sujeción a
reglas: fórmulas que nos indican el camino para llegar a un fin).
4.- Finalidad: tendencia al desarrollo armónico e integral del ser
humano (materialización de la cita latina tomada de las sátiras de
Juvenal: mens sana in corpore sano, “mente sana en cuerpo
sano”, o mejor dicho de lo que en la Grecia Antigua se conocía
como kalos kai agathos “lo bello y lo (moralmente) bueno” – virtud
estética y ética)
La evolución que ha vivido esta actividad pasó de ser algo físico utilitario para la supervivencia humana a una disciplina regida y controlada por diversas organizaciones, como las selecciones y asociaciones deportivas tanto nacionales como mundiales.
Además de promover el desarrollo progresivo de la fuerza muscular, la velocidad, la agilidad, la concentración y la competitividad, el deporte ha sido considerado también como una forma de expresión cultural que está inmerso en la evolución de la historia de las sociedades humanas.
Distintos autores han concebido al deporte de varias formas muy interesantes de abordar. Ulrich Popplow describió al ejercicio físico como una actividad con un amplio sentido espiritual, que vinculaba al hombre con la naturaleza y sus dioses.
Por su parte, Eppensteiner propuso dos concepciones del deporte. La primera lo caracterizaba como una actividad natural para el desarrollo humano, que persigue el cultivo del cuerpo como una necesidad biológica desde lo lúdico mediante la competición.
La segunda concepción es cultural, definiendo al deporte a partir del efecto de consolidación y cohesión social que genera, fenómeno que posteriormente se denominó “cultura deportiva”.
Actualmente millones de personas practican una gama variada de deportes, bien sea de manera profesional, para mantener su salud o simplemente por afición o fanatismo hacia alguna disciplina o equipo.