Habana, Cuba.-
Hoy en día, Cuba sufre de un estancamiento económico y un régimen de corrupción en el que mientras Castro y sus Generales se enriquecen, los ciudadanos, a los que nadie escucha, casi mueren de hambre.
Gracias a los medios de comunicación masiva podemos enterarnos de lo que pasa en el mundo, lo malo y lo bueno, y, enfocándonos en la Cuba socialista, pero ¿qué tan cierto es lo que vemos y escuchamos?
¿Dónde queda la opinión y los sentimientos de aquellos que no son privilegiados o tienen un alto rango?
Por esa razón se decidió ir en busca de otro punto de vista acerca de este lugar, no el punto de vista de una de las personas más privilegiadas de Cuba sino el punto de vista de un cubano común y corriente y un extranjero que ha visto y vivido lo que es ser cubano.
Es por eso que en un día normal de mayo, se concretó una reunión con Marely y Manuel*.
Marelym de 31 años, es de nacionalidad mexicana y conoce la isla a la perfección, no como un turista común sino que, gracias a sus amistades, ha tenido la oportunidad de experimentar la vida cubana, su sentir y la impotencia de aquellos que viven bajo el régimen de castrista.
Manuel, de 32, es un hombre cubano, ingeniero en computación, con maestría y categoría docente y ha logrado salir de Cuba después de mucho tiempo de lucha.
Al empezar a hablar sobre la situación actual en Cuba se pudo sentir la impotencia en las palabras de Manuel y Marely.
“La situación en Cuba está más grave que antes por motivos de poder mal distribuido; están unos cuantos que son los privilegiados y de ahí, la miseria del pueblo, que somos varios”, comentó Manuel.
La realidad que comenta es triste, llevan 52 años bajo una dictadura que de acuerdo con él, les niega sus derechos.
“El pueblo no puede rebelarse contra esto porque si llegan a actuar terminan en cárceles donde algunos prefieren hacer huelga de hambre a morir en ellas” dijo el cubano.
Todo se debe a que lo que el pueblo pide, ya sea por necesidad o por un gusto más, se le restringe.
“El pueblo pide la libertad” comentó con rabia Marely y al preguntarle a que se refería con esto, agregó
“Te contaré, en repetidas ocasiones me toco ver casos en los cuales me dolía ver que por el simple hecho de ser cubano no se les permite disfrutar desde lo más simple como es una comida al aire libre a divertirse como cualquier otra persona lo haría, todo porque no está al alcance de sus manos, son cosas que no deberían de existir hoy en día.” dijo.
Como es bien sabido, a los cubanos se les niega la salida de la isla donde solo militares y gente que trabaja con Fidel Castro puede salir.
La mayoría de la gente que quiere salir de Cuba busca en Estados Unidos o en Europa un trabajo y un nivel de vida que en Cuba les cuesta encontrar y para poder hacerlo, deben de tener la aprobación del gobierno, la cual es muy difícil de conseguir y solo se puede conceder de dos maneras:
Saber que dicho cubano regresará o que al menos tiene garantizado que el gobierno del país extranjero se lo devolverá a su país y si dicho cubano es un artista o intelectual que promocionará Cuba, o es un empresario que traerá beneficios.
Marely comentó que, desgraciadamente, los cubanos saben que allá no tienen calidad de vida debido a que les ponen impuestos que nunca terminan de pagar y es por eso que si ponen un negocio allá, no les generará ganancias para ellos. “Los salarios no alcanzan para nada, de hecho en la tarjeta de abastecimiento, cada vez nos quitan más productos básicos y no nos regalan nada”, explicó Manuel.
En Cuba, todo tiene un límite, un niño puede tomar leche hasta los siete años de edad, después de esa edad ya no pueden tomarla, los productos más usados y comunes en el mundo capitalista allá no se consiguen o si se consiguen es en precio de divisa con el CUC que es el peso convertible que se usa en Cuba ya que el dólar no es válido por el supuesto embargo que existe allá.
El cubano simplemente busca una mejor calidad de vida, todo profesionista la busca, inclusive aquellos que viven en un país capitalista pero estar preso en tu propio país donde no puedes ni visitar a tus familiares que están de provincia a provincia por el hecho de que el sueldo no te alcanza es algo que ellos día a día piden.
Tampoco no sabe lo que es una comida completa, el cubano no sabe que es un avión ni sabe de la tecnología que todos empleamos día a día, algunos conocen estas cosas por el hecho de que tienen familiares en el extranjero o su trabajo en compañías del gobierno se los permite pero otros, no conocen ni que es internet y si se le conoce, se les limita, por eso, muchos buscan una salida que es muy criticada hoy en día.
“Muchos no entienden lo que es un salario de 10 dólares o hasta de 5 dólares al mes para aquellos que no tienen trabajo estable, solo para intentar sobrevivir” dijo con coraje Marely a lo que Manuel agregó “por ejemplo tú, por 15 dólares al mes, ¿no saldrías buscando una mejor oportunidad de vida? o dime si fueras profesionista con maestría y un alumno brillante y que te manden de misión a un país que no es el tuyo, donde el salario te lo dividen a la mitad y el gobierno cobre por tu trabajo una cantidad enorme y tu solo te limites a trabajar sin ningún beneficio ni para tu familia ¿Qué harías en ese caso?”.
Este fue el caso que vivió Manuel tras haber sido enviado a Angola, al suroeste de África como profesor de computación. Estas misiones son hechas por el Gobierno y reclutan a cubanos “confiables” y preparados. “Es la única forma de salir de Cuba y respirar otro aire”, afirma Manuel. “Es increíble como personas que han estudiado y se han esforzado demasiado para que al final su vida siga sumida en la miseria, hasta hace poco no podían ni comprar casas, ni carros, todo era del gobierno, de hecho es increíble como existía una ley que no permitía a los cubanos entrar a los hoteles aunque les mandaran dinero del exterior, ¿la razón? ser cubano”, dijo Marely con enojo.
Muchos de ellos salen del país para ayudar a sus familias, ayudar a que esas carencias no sean tantas, es por ese motivo que la mayoría busca una salida.
Hace tiempo se decía que Cuba es la imagen de Fidel Castro antes de que llegara al poder, ¿que se intentaba decir con esto?, Fidel Castro nunca tenía dinero, su padre le mandaba 100 dólares mensuales para que vivieran él, Mirta Diaz Balart (su primera esposa) y Fidelito (su hijo).
Se cuenta que con los 100 dólares que le mando el padre en una ocasión, compró una colección completa de los discursos de Mussolini dejando de alimentar a su propia familia y teniendo a Mirta que resolver como salir de aquella situación.
En aquel entonces, Fidel vivía en una casa de huéspedes en el Vedado, había periódicos viejos, colillas de cigarros en el suelo y la mesa, en un rincón cinco o seis piezas de ropa interior sucia, su guayabera no podía acumular más sudor sobre la suciedad.
Ahora cada vez que alguien que visita Cuba, se dice que está sucia y abandonada, ya que Fidel sencillamente ha extendido las dimensiones de aquella habitación a toda Cuba.
A los visitantes se les muestra una isla completamente diferente a la que viven los cubanos, “a un extranjero jamás le van a mostrar la miseria en Cuba, por mucho que vayan en viajes no se les muestra lo que un cubano padece día a día, yo como extranjera tuve la oportunidad desde mi primer viaje de conocer gente de cerca, gente que sufre carencias”, e
Ellos, dijo, son personas que necesitan un cambio, necesitan que esa dictadura caiga, al extranjero se le muestra lo “lindo del país” se le trata de primer nivel, al cubano se le castiga si este tiene privilegios”.
Continuó diciendo “me toco ver casos de personas que son muy humanas, que te dan lo poco que tienen con tal de que tu estés compartiendo con ellos, allá es prohibido quedarte en casa de cubanos a menos que sean casas en renta, si tú te quedas en casa de algún cubano, se les quita su casa y en el peor de los casos los llevan a la cárcel, muchos de ellos siempre tratan de decirte a en voz baja lo que padecen, lo que sufren, lo que hacen por sobrevivir, para que la CDR (Comités de la Defensa de la Revolución) no los lleve presos, es increíble como entre ellos mismos se traicionan con tal de tener un poco más que el otro, yo sólo me he dedicado a cultivar el cariño año tras año de esa familia que me adopto como suya”, concluyó Marely.
Comentó como en este año realizará lo que sería su sexto viaje a Cuba y que aún le inquieta de sobremanera ver como las futuras generaciones no tienen alientos de nada por el hecho de que creen que de “nada sirve estudiar”.
Agregó que “me tocó un caso en particular, la hija de una amiga mía que es brillante, tuvo la oportunidad de escoger el bachiller que ella quisiera pero ella dijo: ¿pa’ que me meto a algo bueno si este país no va a avanzar nunca? Duele ver como sufren, duelen sus carencias, pero más duele ver como sus dictadores no han hecho que ese paraíso quede solo ruinas de lo hermoso que alguna vez fue”.
La isla tiene una vegetación increíble, playas y paisajes hermosos, sin embargo el ruido ensordecedor del cubano se ha visto mermado con el paso del tiempo por todas esas carencias y limitaciones en las que los han metido.
Se ha escuchado de cubanos que buscan aprovecharse del extranjero para salir de esa situación a como dé lugar, un ejemplo de esto es el matrimonio por conveniencia, otros se arriesgan a casos como los “botes o lanchas” donde sobrevive el más fuerte, muchos van sin comida, otros con solo lo necesario para poder llegar a Estados Unidos.
“Nuestra salida de Cuba es a precio de oro”, dijo Manuel.
“Nos tratan como mercancía”, agregó con cierto tono de impotencia. Manuel explicó que otro de los métodos para que un cubano salga es solicitar la tarjeta blanca que es con la que se autoriza su salida y las hay de 3 tipos.
La tarjeta PVE que es el permiso de viaje al exterior, PVT permiso de viaje temporal y PRE que es permiso de residencia al exterior, todo esto mas el pasaporte es una limitante para todos ellos ya que tienen que hacer varias cosas más e ingeniárselas para no tener alguien que los limite.
“Es realmente triste ver todo el daño que el régimen de Castro ha causado durante tanto tiempo”, comentó Marely.
En el transcurso de la plática, tanto Manuel como Marely comenzaron a comentar las injusticias que se comenten de los cubanos hacia los cubanos.
“Cuando fui a la Habana Vieja en el 2007, mi novio en ese entonces, una amiga de él que era color y yo, quisimos entrar a una heladería y justamente cuando se ella se sentó, una mesera le dijo que estaba prohibido y que por favor se levantará, cuando ella se levantó le pregunte que por qué tenía que hacerlo, momento en el que la mesera me escuchó hablar y por el acento, pudo notar que era extranjera y me dijo “eres extranjera? Discúlpanos pasen por favor, siéntense”.
Su novio en ese entonces era un tipo que tenia la dignidad muy en alto y les dijo que no, ya que no habían querido atender a su amiga y en ese momento la mesera dijo en voz muy baja, “no, no, siéntense por favor, una disculpa pero es que no se si sabes las leyes aquí son muy claras las personas de color no se pueden sentar en este tipo de lugares”, dijo Marely con enojo en el rostro al revivir tal experiencia.
“En otra ocasión, en el 2009 íbamos mi madre, mi cuñado, mi ahijado –ambos cubanos- y yo a un lugar llamado La bodeguita del medio, ya cuando íbamos a ordenar, el camarero le dijo a mi madre: El consumo debe de ser mínimo de 50 dólares por persona, a lo mi mamá le respondió que en donde estaba eso especificado; el mesero no supo que responderle y luego, el mesero al oír el acento de mi cuñado y su hijo, los vio con una mirada llena de odio, como diciendo que como iba a atender a dos nacionales y como era que estaban con dos extranjeros, es increíble como les fomento el odio entre sí mismos”.
Marely cuenta con tristeza y a la vez con enojo que ella como extranjera no puede sentirse bien sabiendo que existe un país donde limitan y hacen sentir inferiores a sus habitantes, donde no pueden comer lo que cualquier otra persona porque no tienen para alimentarse y donde niñas desde los 12 años tienen que prostituirse para poder sobrevivir.
Armando cuenta cómo tuvo la oportunidad de salir de Cuba gracias a la Ley de la Memoria Histórica de los Nietos e Hijos de españoles, ley que fue aprovechada por varios y que gracias a ella se vieron beneficiados y pudieron salir y conocer la “luz” que muchos todavía no conocen. “Muchos pagaron con tal de que sus trámites salieran y así pudieran conocer una vida más digna”, dijo Armando. Aunque agrega que unos más siguen todavía en espera de esa luz que creen no va a llegar nunca. “Es terrible estar en una situación así, donde veas que tu vida se acaba y no hay modo de salir adelante”, agregó Marely con lagrimas en los ojos.
Cabe mencionar que un cubano por muy lejos que este de su patria, nunca estará a gusto, nunca se sentirá bien por el hecho de haber abandonado su tierra, su gente, su barrio, sus amigos pero se ven obligados a hacerlo para buscar una vida que nunca imagino tener.
“Por eso mismo yo como extranjera solo puedo decir que es triste la realidad de un cubano”, dijo la mexicana.
Redactó Berenice Anaya, alumna de Comunicación (LCMD) del ITESM.-
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