Reynosa, Tamaulipas.-
Las autoridades alertan a la población de las nuevas técnicas que utilizan los extorsionadores telefónicos para despojar de su dinero a quienes caen en sus engaños.
Una de esas modalidades es el secuestro virtual, se mencionan sus características para que la ciudadanía no caiga tan fácil en el chantaje.
Los secuestros virtuales se realizan a través de llamadas telefónicas. En ellas, el secuestrador se hace pasar por un elemento de la Policía Federal, que indica a su víctima que un grupo armado va hacia él o ella, ya sea en su casa o negocio, pidiéndole que salga del lugar y se refugie en un hotel o motel de la localidad.
En dicho lugar está una habitación reservada a su nombre, donde permanecerá para estar a salvo de un presunto ataque o secuestro.
En todo momento el secuestrador está en contacto vía telefónica con su víctima y durante este tiempo el extorsionador le pide a la persona información de su familia para también ponerla a salvo.
Una vez que el delincuente obtiene estos datos pide a su víctima que no conteste las llamadas de nadie excepto la de él, momento en que aprovecha para llamar a la familia del autosecuestrado para pedirle un cuantioso rescate.
Una vez que la familia cayó en el engaño, el secuestrador se comunica nuevamente con la víctima y le dice que está vigilado y si intenta salir de la habitación morirá convenciéndolo de que está participando en una operación policiaca para tratar de detener a los delincuentes por lo que éste al comunicarse con su familia le pide que entregue el rescate.
El secuestrador, siempre en contacto vía telefónica, pide a la familia que deposite el rescate en una cuenta de un banco de una tienda departamental, mueblería o centro comercial, asegurándoles que con él liberarán a la víctima.
Sin embargo, después del depósito, la víctima continúa en la habitación y la petición de dinero continúa.
Las autoridades informaron que esta modalidad la utilizan principalmente extorsionadores de otras ciudades y que el modo en que eligen a sus víctimas es al azar; y su principal objetivo es que a través de las llamadas se logre obtener de las familias la mayor cantidad de dinero posible.
Las víctimas no siempre son personas acaudaladas ya que son de diversos niveles socioeconómicos y las cantidades de rescate varían de acuerdo con las posibilidades de la familia.
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