Reynosa, Tam./MEDIA HORA.-
Los boleros que solían estar en la Plaza Hidalgo y fueron movidos por las obras de remodelación de la zona, aplican poca grasa porque que ya no les llegan clientes.
“Ahorita no llevo ni una boleada, está muy flojo. Si estuviera en la plaza llevaría 10 boleadas o más y nos ha bajado mucho el trabajo”, expresó Carlos Velázquez.
El bolero manifestó que el haberlo sacado del lugar donde tenía un año ubicado, desorienta a los que requieren el servicio.
“Como está cerrada la plaza no vienen de seguro piensan que ya no trabajamos pero aquí estamos”, dijo.
Pablo Chávez, con 12 años de experiencia en este oficio y de haber ofertado su servicio en la plaza, señaló que les ha afectado el arranque de la obra municipal.
“Nunca nos habían sacado así y nos está afectando porque no hay clientes pero no tenemos de otra, tenemos que ser positivos y pensar que poco a poco los clientes regresarán”, comentó.
Tanto Carlos como Pablo reconocieron que no sólo los boleros han resultado perjudicados sino todos los negocios del centro de la ciudad.
Ellos junto con otros cinco boleros se instalaron en la acera que corresponde a la Iglesia de Guadalupe.
A los alrededores de la plaza, sobre las banquetas de algunos restaurantes y tiendas departamentales, quedaron el resto de los boleros.
Las sillas para bolear están sostenidas con unos block, ya que cuando estaban en la plaza, las tenían atornilladas sobre una plataforma de metal al concreto.
El desánimo se refleja en los rostros de los boleros mientras esperan o buscan a los clientes. Sin importar las horas que pasen ahí, mantienen la esperanza de dejar reluciente el calzado de algún caballero o dama.
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