Reynosa, Tam.-
Personajes que saltaron a la fama por su temperamento violento, su habilidad con las armas y el miedo que sembraban en cada lugar al que llegaban, hoy se encuentran descansando en el camposanto, sin embargo, siguen siendo recordados por lo que hicieron en vida.
En el Panteón Guadalupano en Reynosa, descansan los restos de Dimas de Léon, Gerardo González y Antonio López Treviño “Toño El Aguacate”, quienes a través del tiempo fueron inmortalizados en corridos, donde los cantantes narran las historias que los hicieron célebres y cómo atemorizaban a los reynosenses allá por los años 60’s.
DIMAS DE LEÓN
Se dice que en vida, Dimas de León paseaba por la región con su arma en la cintura, y la gran habilidad que tenía con ella le ayudó para mantener a raya a sus enemigos.
Los Cadetes de Linares fueron los encargados de inmortalizarlo en un corrido, donde relatan como es que Dimas salió de Reynosa hacia Matamoros para visitar a su amante, sin esperar que en esa ocasión dentro de un bar, luego de una revuelta en el interior del lugar, un velador temeroso de que Dimas lo asesinara, mandó a desarmar a aquel bandido para ejecutarlo de dos disparos certeros en la cabeza.
Algunas versiones refieren que su amante fue quien lo traicionó. Los restos de Dimas se encuentran en el Mausoleo de la familia De León, a unos metros de la entrada principal del Panteón Guadalupano.
ANTONIO LÓPEZ TREVIÑO “TOÑO EL AGUACATE”
Se dice que Antonio López Treviño “El Aguacate”, era temido por su manejo con la pistola y nunca se apartaba de su arma al transitar las calles de Reynosa para ajustar cuentas con sus adversarios, sin embargo, fue blanco de una traición de quienes consideraba sus amigos.
Ramón Ayala le compuso el corrido “Toño El Aguacate”, donde relata como López Treviño tenía planes de contraer matrimonio con una bella jovencita de familia en Reynosa, pero el destino cambió estos proyectos una mañana fría de enero de 1968, cuando fue emboscado y asesinado por la espalda; el mismo corrido cuenta que uno de sus asesinos incluso lloró en su funeral.
“Toño el Aguacate” se encuentra sepultado también a unos metros de la entrada principal del Panteón Guadalupano.
GERARDO GONZÁLEZ
Muchas historias se cuentan de Gerardo González, quien puede ser considerado como el presunto pistolero de Reynosa más afamado por su valentía y la manera temeraria de enfrentar a sus enemigos que pretendieron destronarlo en su sociedad con “Chito” Cano.
Chito Cano
En el corrido también compuesto por Los Cadetes de Linares y plasmado en la película ‘Pistoleros Famosos’, se habla acerca de cómo Gerardo González fue capaz de fugarse de una prisión en Brownsville, Texas y regresar a Reynosa.
A mediados de los años 70’s, Gerardo González fue ejecutado a traición, al igual que Dimas de León y “Toño el Aguacate”; sus restos también descansan en el Panteón Guadalupano al lado de su familia.
Las historias de como eran temidos estos pistoleros y sus episodios de duelos a balazos siguen contándose en los bares y cantinas de la ciudad, a manera de recordar su valentía y como sus vidas fueron arrancadas en forma violenta.
Foto: El Mañana de Nuevo Laredo