REYNOSA, TAM.- Aunque la labor de las madres se lleva a cabo los 365 días del año, el próximo domingo 10 de mayo, ellas esperan ser consentidas para conmemorar su día.
Mientras que algunas sólo desean pasar el tiempo en familia, otras por el contrario, desean ser apapachadas por sus hijos y esposos.
Tal es el caso de Azucena Sánchez, quien es feliz compartiendo el tiempo con sus tres hijas, aunque dijo, “estoy triste porque no tengo a mi madre”.
Pero deseo para todos aquellos que aún gozan de la compañía de una madre, a que este 10 de mayo se vea como una eternidad, ya que una madre es para toda la vida.
Por otra parte, Raúl Leija dijo que su mamá reside en Monterrey, pero acudirá al Estado vecino a festejarla como se merece.
“Voy a tratar de consentirla de la manera que ella se sienta mejor, llevándola a comer a algún restaurant que sea de su elección o bien estando en la casa llevarle comida de la que a ella le parezca”, dijo.
Pero no sólo los hijos buscan celebrar a quien les dio la vida, sino los esposos, que para ese día, harán de todo, para que sus esposas no muevan ni un dedo.
“Le voy a hacer una carnita asada en la casa y a consentirla que ella no haga nada, lo voy a hacer yo y mis hijos y darle muchos abrazos y quererla mucho”, dijo Francisco Maldonado Alejo quien lleva casado 33 años.
También mencionó que se darán un tiempo para visitar la tumba de su madre y de su suegra.
Finalmente, le dedicó unas palabras a su esposa, “admiro su bondad, su cariño y como es ella, como quiere a sus hijos y como me quiere a mí”.