Reynosa, Tamps. / Abril 28.-
La ira, impotencia y desesperación hicieron presas a la familia Rodríguez Dávila, cuando intentaron ser desalojados de la vivienda que habitan desde hace más de 20 años.
Jorge Arturo González, representante legal de Virginia Llerena, quien se adjudica ser la dueña del predio, llegó al domicilio marcado con el número 233 de la colonia Carmen Serdán para pedir el abandono inmediato de la casa, luego de haber ganado un juicio reivindicatorio ante el juzgado primero de primera estancia civil en Reynosa.
Esta acción encolerizó, no sólo a los afectados, sino también a los vecinos quienes a toda costa querían evitar se ejecutara la orden que había girado el juez.
Con escrituras en mano y con lágrimas en los ojos, Andrés Rodríguez reclamaba a las autoridades la injusticia de la que son objetos por ser humildes.
“No puedo creer que porque ella sea americana y tenga más dinero que nosotros, nos estén corriendo de aquí, no es justo señores, no es justo, Virginia es una ciudadana americana que tiene puestos aquí en frente de Soriana Hidalgo”, dijo.
El dolor de abandonar su casa que con sacrificio ha sacado adelante, obligó a María de la Luz Dávila cuestionar a las autoridades y exigir la validación de las escrituras que le fue entregada el año pasado, por el entonces gobernador del estado Eugenio Hernández Flores.
“El gobernador Eugenio Hernández me los entregó, como aquí a todos nosotros nos los ha entregado Eugenio Hernández yo le hago un llamado a el que si sus papeles que él da; no valen entonces porque nos están sacando si yo tengo las escrituras tengo de 22 a 24 años de vivir aquí y de repente llega el licenciado Manríquez que me dice sálgase porque la dueña ya va a venir”.
Vecinos de la familia indignados expresaban su descontento y calificaban el acto como una injusticia.
“Esto es una injusticia, ahora esta gente con sacrificio tiene su propia casita con sacrificio de ella y de su esposo y sus hijos”, dijeron.
El abogado de Virginia Llerena aseveró estar actuando conforme a la ley y además no se ha cometido ningún acto fuera de ella.
“La escritura de mi cliente es anterior, de muchos años, por eso se resolvió a beneficio de mi cliente”, precisó.
Los ánimos entonces se desbordaron y la gente afectada se fue contra quienes supuestamente eran parientes de la demandante.
Ante la violencia generada en lugar se tuvo que llamar a elementos de seguridad pública municipal, para evitar que las cosas pasaran a mayores.
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