Reynosa, Tam.- “Yo lo maté, pero me obligaron, yo lo iba a mandar en taxi a su casa, pero luego me dijeron que lo matará, y que si no, me iban a matar a mi y a mi familia”, dijo Osvaldo Martínez Bugarín, de 23 años, quien confesó haber asesinado al comerciante que secuestraron la semana pasada.
El asesino confeso, quien es un ayudante de mecánico y vive en la Estación Anzaldúas, a la altura del kilómetro 13 de la Ribereña, refirió que ante el temor de que otro de los cómplices del plagio le fuera a hacer daño, optó por obedecer la orden, utilizando para ello una pistola calibre 22.
La Policía Ministerial del estado en coordinación con la Policía Federal capturaron a Martínez Bugarín y su cómplice Juan José Ríos Olvera, de 20 años, un ayudante de albañil apodado el Chapopote, quien es vecino del Ejido Cavazos.
Las autoridades establecieron que al menos hay otros dos secuestradores asesinos que participaron en el plagio y muerte de Francisco Antonio González Ramos, de 72 años, mismos que ya están plenamente identificados y a quienes les siguen la pista muy de cerca.
La Policía Ministerial informó que la captura de los secuestradores homicidas se logró luego de una ardua investigación.
Los criminales secuestraron la noche del pasado 27 de enero a González Ramos, quien se dedicaba al comercio en el ramo automotriz, cuando viajaba a bordo de su camioneta Chevrolet Equinox color arena.
Aquella noche los plagiarios, haciéndose pasar por agentes de la Policía Federal llamaron a la esposa del comerciante de la colonia Cañada, y bajo el argumento de que habían detenido al señor en un filtro, le exigieron 7 mil pesos y el título de propiedad de la camioneta.
La esposa del comerciante les hizo ver que sólo pudo reunirles 5 mil pesos y los secuestradores le dijeron que les dejara en una bolsa en la banqueta del frente de su casa, ubicada en la Privada Jamaica de la colonia Cañada.
En los primeros minutos del jueves 28 uno de los integrantes de la banda pasó corriendo por el frente de la casa de su víctima y tomó la bolsa con el dinero.
De acuerdo con la confesión de los dos detenidos, luego de que se repartieron los 5 mil pesos, acordaron que Osvaldo Martínez Bugarín se encargara de mandar a su víctima a su casa en taxi, pero repentinamente los planes cambiaron.
La Policía Ministerial no quiso revelar más datos bajo el argumento de que el caso aún está bajo investigación.
Por lo pronto la fiscalía ya cuenta con elementos para mandar al penal a los dos detenidos y consignarlos ante el juez por los delitos de homicidio, secuestro y robo con violencia.
Todo indica que el comerciante fue asesinado la madrugada del 28 de enero en una brecha ubicada por el rumbo de la carretera Ribereña, en las cercanías del Club Campestre, donde fue hallado el jueves pasado.
El vehículo fue ubicado abandonado en el monte el lunes pasado.
Además de la confesión de los implicados, el Ministerio Público cuenta con una serie de evidencias que incriminan a los detenidos, entre éstas algunas huellas dactilares recabadas en la camioneta del hoy occiso.
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