Reynosa, Tam./ MEDIA HORA-
La tristeza por la eliminación de Honduras en la Copa del Mundo llegó hasta la frontera de Reynosa, en donde decenas de migrantes lamentaron la goleada de Suiza a su selección.
Y es que para estos migrantes centroamericanos, ubicados en albergues del municipio, los encuentros mundialistas no significan sólo 95 minutos de juego, significan el hambre de superación de toda una nación y la necesidad de sobresalir.
“Ver los juegos son una distracción porque veo a mi país que está compitiendo contra otros países y estando fuera del país te llenas de sentimiento verlos jugar”, comentó Jonathan Justin Cárter Hércules de 19 años.
La esperanza de avanzar a octavos de final se desvaneció para la selección hondureña con el silbatazo final, lo que esperan que no se convierta en una analogía en su intento por cruzar la frontera con destino a Estados Unidos.
“Me emocionó pensar que pudimos calificar para el mundial y que tal vez podíamos clasificar. Me daba alegría que estuvieran compitiendo porque era la tercera vez que estaban compitiendo en la Copa del Mundo”, mencionó el originario de La Ceiba, Honduras.
Apasionado del fútbol, Jonathan practicó el deporte en su natal país, pero las carencias lo obligaron a colgar los tachones y tomar un autobús, junto a su familia, hacia “el sueño americano”.
Tal y como suiza detuvo el andar catracho en El Mundial, la patrulla fronteriza frena la intención de la familia Cárter Hércules de cruzar el Río Bravo.
Por ahora, su único distractor y contacto con su país de origen se acabó. Con la eliminación de Honduras del Mundial Brasil 2014 también se terminó el único lapso en el que el joven recordaba que no era migrante, sino ciudadano del mundo, invitado a la fiesta futbolera más grande del orbe.
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