Reynosa, Tam./ MEDIA HORA.-
Entre música, porras y aplausos fue despedido Aurelio Briseño, mejor conocido como “don Yeyo”, el emblemático taquero de Reynosa que llegó a convertirse en uno de los íconos de la ciudad.
Famoso por el sabor de sus tacos enrollados, pero sobre todo por la amabilidad al atender, el reynosense deleitó el paladar de los comensales desde 1961, cuando inducido por un amigo colocó uno de los primeros puestos de tacos de la ciudad.
Por más de 52 años, tacos don Yeyo han sido un referente en la gastronomía popular, al grado de mencionarse “que si no has comido en tacos ‘don Yeyo’ no eres de Reynosa”.
El 3 de junio, treinta minutos después de cumplir 90 años, Aurelio terminó su misión en la tierra por motivos de la edad.
Tan sólo horas después de darse a conocer la noticia, cientos de personas comenzaron a desfilar por los servicios fúnebres del nonagenario, quien convirtió en amigos a la mayoría de sus clientes, tal y como lo mencionó Aurelio Briseño, uno de sus ocho hijos.
“Toda la gente lo conocía, había mucha gente que lo quiere, mucha gente que se identificaba con ‘Yeyo’. La prueba está en el velorio, en el sepelio, donde había muchas amistades que hizo el señor”, dijo con orgullo su hijo.
Ayer, los dos puestos de tacos “don Yeyo”, ubicados en las calles Chihuahua con Jalapa y Río Sabines con Primera, amanecieron con un enorme moño negro en homenaje del hombre que en vida apoyó a su familia, amigos y aficiones, una de ellas el beisbol.
Sin embargo, para sus seres queridos, el mejor reconocimiento fue el respeto y cariño de la gente, que cada mañana asistían como clientes fieles al negocio de tacos.
El legado que dejó “don Yeyo” a sus hijos fue el trabajo duro y la perseverancia, por lo que la familia continuará con el legado de don Aurelio y que dejaron su apoyo tatuado en la memoria de los reynosenses.
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