Este martes dejó de existir Arturo Cantualla Soto, quien fuera el editor en jefe de El Mañana de Reynosa, entre otros cargos. A su familia Verbo Libre Editores le expresa su más profundo pésame.
Sus restos están siendo velados en la funeraria Valle de la Paz ubicada sobre el boulevard Morelos.
Enseguida se reproduce una entrevista que publicó el periódico Hora Cero resaltando su brillante trayectoria y su lado humano.
OCUPO VARIOS PUESTOS
Con una sonrisa en su rostro, don Arturo abre las puertas de su casa. Sereno y a paso lento se dirige al comedor donde aferrado a una taza con café memora los momentos más emblemáticos al frente de El Mañana de Reynosa, periódico donde trabajó por más de medio siglo y sentó bases en el periodismo de la frontera.
Con su pelo cano y sus característicos ojos rasgados, el “jefe Cantualla” se alejó de la redacción del matutino lleno de experiencia y conocimiento, pero la puerta siempre estará abierta para un personaje como él.
Nacido en un hogar multirracial -con una madre regiomontana y un padre que emigró de China antes de instaurarse el Régimen Popular Socialista a mediados del Siglo XX-, don Arturo fue el tercero de cuatro hermanos y desde su infancia tuvo afinidad hacia las letras.
Sus primeros estudios los cursó en la primaria Miguel Hidalgo y posteriormente ingresó a la secundaria en la misma institución educativa.
A los 16 años fortuitamente fue invitado a El Mañana de Reynosa a realizar una diligencia y casi enseguida encontró empleo; ése era su primer contacto con un medio al que jamás imaginó pertenecía.
Cuenta: “Yo creo que las circunstancias me llevaron a formar parte de este equipo editorial. Afortunadamente la familia Deándar siempre me tomó en cuenta; fue así como me inicié de manera empírica en esta profesión”.
Don Arturo (quien actualmente tiene 74 años) relató que en esa época de a finales de los 50, Reynosa era apenas una pequeña comunidad.
“Estaba muy chica y sus habitantes eran pocos. El pueblo estaba muy raquítico porque le faltaban muchos servicios, aunque algunas empresas como la Coca Cola ya tenían gran penetración en el mercado y favorecían la actividad económica”, evocó.
Dentro de los cargos que desempeñó en el “Gran Diario Independiente”, destacan el de corrector de estilo, reportero, jefe de redacción, secretario y director local, entre otros.
Entretanto de su experiencia como reportero “de calle”, comentó que ésta fue muy reconfortante.
“En aquella época lo mandaban a uno a todas partes y cubría toda clase de fuentes: policíaca, social, política, entre otras. Conocí a mucha gente en diferentes circunstancias y eso me permitió transmitirle a las nuevas generaciones de reporteros un panorama de los retos y dificultades que se encontrarían allá afuera”, manifestó.
HURACAN VIULA
Luego de hacer una pausa para beber más café, “el jefe Cantualla” continuó recordando que entre otros sucesos experimentados entro del diarismo estuvo el huracán de 1967, que dejó a la ciudad literalmente bajo el agua.
El meteoro orilló a los propietarios del periódico a imprimirlo en otra ciudad, dado que las pésimas condiciones climatológicas arruinaron el suministro de energía eléctrica.
“Con el Viula se detuvo la producción de la rotativa unos dos o tres días, así que debimos irnos a Nuevo Laredo a sacar adelante el periódico. Esta ha sido de las pocas veces que se ha parado, pero salimos airosos”, afirmó.
De su relación con don Heriberto Deándar Amador, fundador de El Mañana de Reynosa, el periodista dijo que era muy estrecha y siempre de respeto.
“Tuve buena amistad con él y de hecho fue uno de mis maestros, porque me enseñó a reportear. Tenía de entrada un carácter vehemente, pero luego se calmaba; era un líder natural”, reconoció.
Este periodista añadió con aplomo que desde sus albores imaginó que la empresa editorial para la que trabajó durante 56 años llegaría muy lejos. Actualmente corre su quincuagésimo sexto año.
“Cuando llegué empezaba a descollar, siempre con pasos muy firmes. Ha tenido obstáculos, pero siempre los ha superado”, dijo este hombre, cuyo mayor pasatiempo es jugar crucigramas.
SU FUTURO
Al indagarse sobre si algún día volvería a tomar la pluma y el papel, don Arturo comentó que en la actualidad sólo ha pensado continuar como consejero editorial del periódico de sus amores.
Explicó que los últimos dos meses en los que no ha pisado la redacción lejos de causarle tristeza -por el periodo que ahí laboró-, le han servido para reflexionar y disfrutar a su familia.
“Mi decisión de retirarme fue expresamente para cuidar mi salud. Mi esposa me lo pidió porque me falla la vista, por eso elegí separarme de mi trabajo”, reiteró.
Asimismo, dijo, se siente agradecido con Dios y con las personas que le dieron la oportunidad de trabajar en la prensa, después de todo en El Mañana conoció a la que hoy es su esposa, Blanca Alicia, con quien procreó tres hijos y lleva 42 años de casado.
Por último recomendó a quienes les gusta esta profesión a esforzarse con todos los medios que tengan a su alcance.
“Trabajen muy fuerte y nunca falten a sus responsabilidades, porque de esta manera lograrán llegar tan lejos como se lo propongan. Ese es el consejo que les puedo dar”, concluyó don Arturo para seguir disfrutando su café.
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