La cantidad excesiva de perros callejeros en las calles de Reynosa ha ocasionado que se tenga que montar un operativo de captura y sacrificio de estos animales, aunque esto implique matar aquellos que tengan dueño.
Claudia Guzmán Franco habitante de la colonia Jarachina sur denunció que en los alrededores del lugar donde vive, los perros callejeros se ha convertido en un serio problema, sobretodo con aquellos de razas peligrosas que se escapan o los dejan salir de las casas.
Mencionó que ya es costumbre ver por la calle Leonardo da Vinci a perros rottwailer que realmente los atemorizan, por lo que ya no quieren andar caminando en ese sector. Aunque aseguran que ya han reportado este problema a las autoridades correspondientes, nunca han logrado atraparlos.
Son casos como estos, además del incremento excesivo de perros callejeros, lo que ha provocado que se realicen operativos para abatir este problema
Adán Reyes Guerrero, coordinador del departamento de Zoonosis de en la Jurisdicción Sanitaria No. 4, dijo que cada martes recorren diversos sectores de la ciudad y capturan a cuanto perro se encuentran en las calles. Esto, sin importar si cuentan con collarín de propiedad o no.
Cada martes de 8:30 de la mañana a 2:30 de la tarde, unidades de la Jurisdicción Sanitaria acuden a alguna colonia donde se haya reportado el problema. Estando ahí, comienzan a perseguir a los canes que se encuentren en las calles. Son colocados en las camionetas tipo jaula que traen consigo, para posteriormente ser transportados al Centro Antirrábico.
Reyes Guerrero confirmó que se capturan entre 35 y 45 perros cada semana. “La mayoría se sacrifican”, expresó.
El funcionario de salud explicó que de acuerdo a la ley, se da un plazo de hasta 48 horas para que un perro sea reclamado por su dueño, en caso de tenerlo y que éste se percate de que su mascota fue llevada a este lugar. Si el animal no es reclamado, lo donan o sacrifican.
Las dos formas más comunes para matar a este tipo de mascota doméstica son: por inyección letal o electro-sensibilización.
Adán Reyes dijo que por cuestiones de costo, en Reynosa se utiliza la electro-sensibilización la cual consiste en colocarle una pinza en la oreja del perro y otra pinza en la base de la cola, la cual fue remojada previamente. Posteriormente a través de estos elementos metálicos, se le hacen varias descargas eléctricas al animal hasta que este se muere.
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