Reynosa, Tam.-
El río Bravo, uno de los caudales más grandes de Norteamérica y que una parte transita por esta ciudad fronteriza, promueve diversas actividades deportivas, culturales, sociales y de entretenimiento, entre las que destaca el ecoturismo a bordo de un yate llamado “Pachamama”.
El director general del parque acuático, ubicado sobre la carretera ribereña del kilómetro 8.5, a un costado de las aguas del río Bravo, Alfredo Moreno Ricart, señaló que desde hace dos años se lleva a cabo en esta frontera un recorrido por las aguas del caudal a bordo de un yate, a través del cual, además de diversión, se busca que la población conozca más sobre la flora y fauna nativa que ahí se alberga.
Dijo a Notimex que esta zona es una de las pocas ubicadas en Reynosa que invitan a conectarse con la naturaleza, pues ahí viven diversas especies de animales y plantas que lo convierten en un refugio natural.
Señaló que gracias a que el río Bravo es cuatro veces más grande en esta zona, en comparación con otros municipios como Matamoros, es posible alcanzar una profundidad entre los ocho y 15 metros, lo que permite que el yate “Pachamama” cuya capacidad es para 60 personas, pueda transitar sin ningún problema.
“Esta parte del río es cuatro veces más grande que el que llega a Matamoros, aquí hay una represa, están desde 1957 las compuertas que se hicieron para aprovechar el agua del río e irrigar la zona norte de Tamaulipas, eso hace posible que tengamos ese calado de profundidad, en promedio son ocho metros pero hay partes que alcanzan los 15 metros”, dijo.
Refirió que en municipios como Nuevo Laredo y Matamoros han querido replicar al “Pachamama” cuyo significado es “Madre Tierra”, pero que las condiciones hidrológicas y naturales no lo permiten.
El entrevistado destacó la importancia de que la población conozca la flora y fauna nativa que alberga ambos lados del río, misma que sirve de frontera natural entre México y Estados Unidos.
Refirió que entre los animales nativos se encuentran la chachalaca, la calandria, el gato montés, zorros, jabalí, pelícanos, golondrinas, patos y garzas, entre otros.
Además de albergar una diversidad de plantas originarias de esta localidad entre las que destacan los matorrales, el tule, carrizo, coyotillo, tasajillo, nopal y saladilla entre otras.
Mencionó que la intención es darle vida al río Bravo, caudal que guarda historias de ambos países, por lo que a través del recorrido acuático se pretende que los visitantes y la población conozcan la biodiversidad que ahí se alberga.
Recordó que gracias a las condiciones del caudal en esta frontera se han podido realizar algunas actividades deportivas en kayac, wake Board, canotaje y yet ski, entre otras.
“Nosotros queremos darle otra imagen y uso a las aguas del río Bravo en el tramo correspondiente a Reynosa y hacerle ver a la gente que es un gran atractivo que cuenta con flora y fauna nativa, que alberga un gran tesoro cultural e histórico por sus características”, dijo.
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